Las evidencias de estafa, mentiras, corrupción, militarización, nepotismo, contratismo al margen de concursos o licitaciones, persecusión a los migrantes mexicanos y los extranjeros que atraviesan el país, las decenas de masacres ejecutadas por militares contra todo tipo de personas, el desprecio a las feministas, a las madres buscadoras, las decenas de ambientalistas muertos, la represión a los estudiantes normalistas. principalmente a los universitarios, a los politécnicos, los cercos a comunidades de pueblos indios, principalmente del EZLN, la impunidad de los cárteles, los turbios episodios relacionados con los cárteles, el Culiacanazo, el secuestro del Mayo Zambada, la agresión sistemática a los críticos en las mañaneras, no solamente a un grupo de privilegiados comentócratas sino las “purgas” en la radio, la TV estatal y privada, también en la prensa escrita, la existencia de “chayoteros” escandalosamente millonarios con dinero público, la existencia de un periódico propagandista, La Jornada, con decenas de millones de pesos otorgados por el gobierno, los cientos de miles de mentiras dichos en las mañaneras; todo eso y mucho más confirman que las aguas bautismales eran aguas negras.
Cada día hay un nuevo escándalo, según documentos de la UIF consultados por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Julia Elena Abdalá Lemus, reiteradamente autodefinida como pareja sentimental de Manuel Bartlett, recibió depósitos bancarios de miembros de la familia Weinberg, ”considerados por las autoridades federales como los prestanombres y principales cómplices de Genaro García Luna (la bestia negra de AMLO) en los delitos de peculado y operaciones con recursos de procedencia ilícita” (Reforma, 1 de abril, 2025)
Manuel Bartlett es un personaje público de trayectoria muy turbia desde la época priista, que sin embargo ha gozado de la protección a toda costa de AMLO.
Resulta muy difícil entender esa extraña relación, salvo que sea verdad lo que Porfirio Muñoz Ledo solía repetir de manera coloquial o incluso en alguno de sus escritos. Decía: Si Manuel Bartlett hubiese sido el candidato del PRI en 1988, no habría habido Corriente Democrática.
Mucho tiempo después vinculé esa afirmación con un dato contundente: Manuel Bartlett en su condición de Presidente de la Comisión Federal Electoral registró la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por el PARM, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, uno de los “partidos” paleros del PRI.
Cuando Evaristo Pérez Arreola lo postuló, muchos pensamos que eso era imposible, pero ocurrió, se produjo la fractura más importante del partido “prácticamente único”
No es inverosímil considerar que ese inmenso “favor” sea lo que explica la protección de AMLO a Bartlett.
En todo caso confirma los lazos profundos de esos personajes que integran lo que es la partidocracia.
Mientras no se produzca una ruptura democrática con ese “modelo” de régimen político corporativo, presidencialismo imperial con ideología nacionalista-estatista, se mantendrá la hegemonía de esa especie de casta, que tiene el control del poder en todos los ámbitos, desde hace un poco más de un siglo cuando triunfó la corriente de Carranza, y el Grupo Sonora Obregón-Calles al derrotar al ala radical, reconocida históricamente al mando de Emiliano Zapata y Francisco Villa.
Durante décadas hubo dos izquierdas, la del cardenismo o de la Revolución Mexicana y la Independiente.
Cuando se creó el PRD se inició un proceso de sometimiento de la izquierda independiente a la izquierda de la Revolución Mexicana, la que finalmente se tragó a las independientes, llegando al gobierno con AMLO en 2018 bajo la etiqueta de CUARTA TRANSFORMACIÓN.
Ese largo y sinuoso camino tuvo como guía y timonel a Andrés Manuel López Obrador, uno de los caudillos más poderosos de este primer cuarto del Siglo XXI.
@JoelOrtegaJuar