Estados Unidos acusa de narcolavado, a través de su financiera Vector, a Alfonso Romo, exjefe de Gobierno de AMLO, por medio del Secretario de Tesoro, Scott Bessent; aprobaron en la Cámara de Diputados la Ley Espía; la Fiscal General de EU, Pam Bondi, incluye a México en la lista de países adversarios como Irán, Rusia y China; la presidenta de Morena , Luisa María Alcalde, acusa al gobernador de Nuevo León, Samuel García, de Alianza Ciudadana, de “inducción del voto” en las llamadas “elecciones judiciales del 1 de junio; asesinan a 12 personas en una Fiesta de San Juan en un barrio de Irapuato, Guanajuato; la presidenta Sheinbaum retoma la propuesta de “reformar al INE” -eso sí “respetando su autonomía” porque es muy costoso- y también vuelve a amenazar con “quitar a los plurinominales” para eliminar a las minorías; Donald Trump impone un extraño cese al fuego (seguramente falso y fugaz) a Irán e Israel; la guerra entre Pakistán y la India no cesa; lo mismo ocurre con las guerras internas en Uganda y el Congo; Cuba sobrevive en una “economía de guerra”; en Venezuela siguen las torturas, asesinatos y desapariciones de opositores, cuyo “delito” fue manifestarse; en Francia avanza la ultraderecha, lo mismo en Alemania, en Austria e incluso en Finlandia y Suecia; Putin actúa como Zar del Siglo XXI; la concentración de la riqueza en el uno por ciento de los millonarios del planeta es pavorosamente contrastante con la miseria de cientos de millones en el mundo; las reyertas en la Corte Británica llegan a extremos grotescos; Corea del Norte es un campo de concentración de un poderío nuclear y de misiles, bajo las órdenes de su jefe de la dinastía Kim Jong-un, inaugurada por su abuelo Kim Il Sung.

Un panorama tétrico.

Claudia Sheinbaum es por convicción castrista, considera a la democracia como algo tramposo para legitimar el poder “de los neoliberales”, sus instituciones: poder legislativo, judicial como balance de contención del poder ejecutivo son una farsa y una cueva de ladrones de cuello blanco, cuyo comportamiento es siempre proteger a los millonarios. Lo dice sin rubor alguno, cuando es pública su alianza, incluso sumisión, al gran capital nacional y su “amigo” Donald Trump, a quien evita condenar por sus bombardeos a Irán, al mismo tiempo que obedece sus órdenes de poner a diez mil tropas de la Guardia Nacional como “muro” contra los cientos de miles de migrantes que cruzan territorio mexicano rumbo a Estados Unidos, comportamiento semejante tiene para los cientos de miles de migrantes mexicanos, a los que “ofrece ser bienvenidos” si son deportados por las redadas masivas de Trump.

En ese infernal escenario, ¿para qué diablos sirve la democracia?

A uno de los 50 millones de personas de la llamada “economía informal”, sin salarios, sin días de descanso, sin servicios médicos, sin vivienda, sin vacaciones, sin reparto de utilidades, sin aguinaldo; sin pensión para la vejez; los que viven diariamente en un país con más de 200 mil muertos y más de 100 mil desaparecidos; qué carajo les importa la “democracia”, si reciben subsidios gubernamentales.

Según sus propias cifras: Sedesol cuenta con un Padrón Único de Beneficiarios (PUB); con él se busca tener mayor transparencia y claridad sobre el número de mexicanos inscritos en los Programas Sociales y los apoyos que reciben. Además, el padrón constituye una herramienta sólida para la planeación de estrategias en favor del combate a las carencias de las familias mexicanas.

Este padrón nos permite saber que de los 42 millones de beneficiarios:

25 millones reciben transferencias condicionadas de Prospera que impulsan su alimentación, educación, salud y productividad

59% son mujeres

19% son mayores de 60 años

Más de 1.7 millones son indígenas

3 de cada 10 tienen menos de 18 años.

@joelortegajuar

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