Uno de los recursos tácticos más eficaces de la lucha ajedrecística es la iniciativa. Consiste en que uno de los jugadores obtiene más libertad y preponderancia que su rival para tomar las decisiones. Según el texto Ajedrez, camino hacia la maestría, “la iniciativa puede lograrse de varias formas, siendo la más evidente hacer un movimiento activo o varios, que obliguen al contrario a responder de una determinada manera restringiendo así su elección”.
No menos importante es el factor tiempo, como sinónimo de jugada.
En ajedrez, cada jugada es un tiempo, lo que supone realizar un mínimo de jugadas posibles para alcanzar un máximo de objetivos.
Respecto al espacio, la teoría dice que su control, esto es, la disposición de un mayor número de casillas, columnas, filas y diagonales, es un recurso indispensable para ahorrar tiempos y obtener primacía. En suma, la iniciativa es una ventaja del bando que logra imponer las condiciones de la lucha.
