El miércoles pasado, varios comités directivos estatales de Morena, como Guerrero, Estado de México, Sinaloa, Puebla y Jalisco, entre otros, celebraron el séptimo aniversario de la Cuarta Transformación. Es de llamar la atención que, en el primer aniversario del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum, el propio morenismo parece jugar con que en realidad es un séptimo año.
Asimismo, también el miércoles pasado los gobernadores de Morena publicaron un desplegado en el que celebran “el primer año de gobierno de la Presidenta Sheinbaum, así como los siete años de la Cuarta Transformación”. La misma duda prevalece: ¿por qué festejar siete años (lo que equivale a festejar a Andrés Manuel López Obrador) y no solo un primer año de la actual Mandataria?
En ese desplegado va el autoelogio por el nuevo modelo de justicia, del combate a la pobreza, del aumento al salario mínimo y a la recaudación fiscal, de la amplitud de los programas sociales y de que la obra pública ha sido un motor de crecimiento.
Sin embargo, en el comunicado de los gobernadores, ni una sola palabra a dos temas que parecen ser de los principales logros de Sheinbaum: el combate al crimen organizado y la desarticulación de tremendas redes de huachicol fiscal que involucran altos niveles de exservidores públicos y actuales.
Tal parece que, de esos importantes logros, el morenismo prefiere no hablar. Quizá porque les incomoda o porque piensan que, al no hacerlo, estos problemas desaparecerán. Pero, la realidad es que a la opinión pública —75%, según las encuestas— le preocupan la corrupción y el crimen organizado, al igual que agradece, con el mismo porcentaje, los programas sociales gubernamentales. ¿Qué prevalecerá más al paso del tiempo? Esa es la gran duda.
En el propio discurso de la Presidenta, el pasado domingo en el Zócalo, tampoco mencionó de manera directa la desarticulación que su gobierno hizo de la red de huachicol, en donde participaban funcionarios de Aduanas y de Marina. Tampoco la desarticulación del crimen organizado en esferas de gobierno, como el caso del exsecretario de seguridad de Tabasco, o de la extradición de decenas de narcotraficantes, de todos los cárteles, a Estados Unidos.
Parece que, aunque en los hechos el actual gobierno esté poniendo énfasis en temas que López Obrador había dejado de combatir o incluso toleraba, en la narrativa oficial de Morena, de sus gobernadores y ahora en la de la Presidenta, todos esos logros, por alguna extraña razón, no aparecen.
La duda es si prefieren no antagonizar al expresidente o porque piensan que fue un error haberle “entrado” a temas de desarticulación de estructuras público-criminales. La pregunta no es menor, pues en ello se juegan dos decisiones que parecen antagónicas y difíciles de armonizar: el actual gobierno tiene éxito y despega con decisiones propias, o se protege al gobierno anterior y su legado, con todo lo que conlleva en la esfera nacional e internacional.
Lo que está en juego, como lo han planteado los morenistas, es si estamos ante un primer o séptimo año. El primero es de ella. El séptimo es de él. Desde luego, en Morena les hubiera encantado poder mantener ambas narrativas y festejos, pero la realidad es que el peso de la Presidencia de la República y de todas las decisiones que conlleva, por lo delicado de los temas antes citados, hace que sólo pueda haber un festejo. Serán momentos de difíciles definiciones al interior del partido, con muchas repercusiones. Por lo pronto, Sheinbaum tuvo un buen primer año, pese a muchas condiciones adversas. El segundo no será menos complicado, sobre todo en el frente interno.
CAMBIANDO DE TEMA: La TV en español no deja de sorprender. Primero, el sábado en la noche, el programa de sátira política más relevante de EU, Saturday Night Live, hizo un homenaje al idioma español que incluyó un sketch del multipremiado artista Bad Bunny sobre ‘El Chavo del Ocho’. Horas antes, el presidente Donald Trump abogó por que YouTube/Google mantuviera los informativos de Univision, pues los considera clave para las elecciones del año entrante (los hispanos ya son la primera minoría en EU y su voto fue el que más migró al trumpismo, con un giro de 13%).
Finalmente, ayer TelevisaUnivision hizo pública la audiencia de su reality ‘La Casa de los Famosos’, que fue visto el domingo en vivo por 21.9 millones de personas. La TV está lejos de estar moribunda y sus contenidos multiplataforma dan mucho de qué hablar.
X: @JTejado