Desde inicios de septiembre la ciudad de Culiacán, Sinaloa, tiene severos eventos de violencia cotidianos a raíz del enfrentamiento abierto entre los grupos criminales de los Chapitos contra los de la Mayiza. Ya van casi cinco meses de violencia atípica y fuera de control en donde las pérdidas económicas se estiman en 430 millones de pesos por día, según la Concanaco. Eso significa que ya acumularían más de 12 mil millones de pesos. También se reportan más de 500 establecimientos comerciales que han dejado de operar.
Aunque lo más grave —e irreparable— son las personas muertas, más de 500 desde el 9 de septiembre, y las que siguen desaparecidas, alrededor de 350. Esto tan solo en Culiacán, una ciudad capital con 800 mil habitantes.
Ha habido muchas muestras de hartazgo y de llamados a la paz, pero nada como lo que aconteció el fin de semana, tanto el viernes como el domingo: las marchas que se desarrollaron en las principales avenidas, con miles de manifestantes, incluían a niñas y niños marchando por la paz y por la salida del gobernador del estado, Rubén Rocha Moya.
Que la gente de Culiacán —a sabiendas de que las marchas son monitoreadas por ‘halcones’ de los grupos criminales en pugna— sacara a sus niños a marchar reveló el nivel de hartazgo y desesperación que ya tiene esa población. Esto, luego de que varios niños fueran víctimas del crimen organizado y de la creciente percepción de que el gobierno estatal no ayuda a recuperar la paz, sino que se le percibe como aliado de los Chapitos.
Por cierto, algo así dio a entender en el mismo sentido el líder del grupo rival, Ismael El Mayo Zambada, el 10 de agosto del año pasado, en una carta que su abogado entregó a medios de comunicación. Desde luego que hay que dudar de cualquier escrito de un criminal, pero ante la falta de información de autoridades mexicanas, esa carta es lo único que se sabe del caso y, poco a poco, sus párrafos se han ido confirmando. La marcha de niños y niñas acabó llegando a la oficina del gobernador, donde hubo algunos destrozos, pero él nada más no apareció.
Hasta ahora, el gobernador de Sinaloa ha seguido contando con el respaldo de la 4T: los líderes de Morena le reciben en el Congreso de la Unión, los diputados federales hacen una de sus reuniones regionales con él en Culiacán, y la Presidenta Sheinbaum lo defendió en la mañanera de ayer, diciendo que la violencia era producto de las “extracciones” de criminales que había hecho Estados Unidos.
Es una tragedia lo que acontece en Culiacán, pero también en Mazatlán, donde los cárteles, para financiar su guerra, han iniciado una campaña de secuestros, lo que ha ahuyentado aún más el turismo a ese bello puerto. Me parece que el tiempo se le acaba al gobierno federal para decidir qué hacer con un gobierno estatal (morenista) que tiene ya un amplio rechazo social, que pudiera ser expuesto con declaraciones desde EU y que, además, en los hechos, ya no gobierna, pues todas las decisiones se toman desde la Federación.
Cambiando de tema: Varias de las corrientes más radicales de la 4T estuvieron celebrando el fin de semana que “llegara” a México Canal Red, un canal conducido y financiado por españoles y rusos, con objetivos políticos, al igual que en España.
Varios influencers de la 4T buscan ya apoyos privados y públicos para avanzar estos nuevos canales de comunicación ante el fracaso, en audiencias, de los medios alternativos que ellos intentaron posicionar en el sexenio pasado. Será interesante ver cómo los trata el gobierno federal, dado que están dejando atrás ideologías para ser pragmáticos y centrarse en los problemas que pueden representar las varias negociaciones en curso con EU. El romanticismo de la izquierda, estilo el presidente colombiano Gustavo Petro, quedó derrotado el fin de semana y el gobierno mexicano con pragmatismo lo dejó solo. Me parece que la coyuntura mundial y la realidad mediática acabarán por sepultar este tipo de medios militantes. Tan es así que, en la última encuesta de consumo audiovisual 2024 del Instituto Federal de Telecomunicaciones, ninguno de estos medios aparece, pero tampoco un solo canal gubernamental. Es una pena para otrora medios relevantes como Canal 11 o Canal 22. Se volvieron irrelevantes.
X: @JTejado