Ayer circulaba por Periférico Sur cuando de repente un pequeño grupo de personas, no más de 40, cerraron la lateral. Los autos de enfrente empezaron a reclamar. Me bajé y vi que de todos los “manifestantes” colgaban unas credenciales con una franja tricolor. Era la credencial que yo porté (con mucho orgullo) en mi primer trabajo, hace casi 30 años: funcionario del Poder Judicial Federal (PJF).
Entre los “manifestantes” había mucha confusión. Tenían miedo del sentimiento negativo que generarían en los automovilistas. Unos “manifestantes” pugnaban por sólo bloquear un carril de la lateral; otros, los dos, y algunos otros, todo el Periférico, para “no verse débiles”. Ganaron estos últimos, pues a los pocos minutos ambos sentidos de los carriles centrales fueron cerrados. Pero todos los “manifestantes” judiciales se veían y escuchaban confundidos. Luego, los bloqueos se extendieron a Av. Insurgentes y San Lázaro. Mientras esto sucedía, el Pleno de la Suprema Corte, la cúpula del PJF, sesionó como si nada pasara en las calles de la CDMX.
Comparto la indignación e incertidumbre de estos funcionarios que no saben qué hacer, y menos saben qué les depara. Están a la deriva en una lucha entre Poderes de la Unión, pero, más que eso, en una lucha con visiones de país muy distintas.
Pensar que en la calle el PJF le va a ganar la batalla a la 4T es inverosímil. Sí van a generar visibilidad, pero van a alienar a la gente de la clase media que cuenta con automóvil, a la que ayer le dieron una mañana compleja. Se están alejando de un sector poblacional influyente, y que, por lo general, en la CDMX es adverso a las políticas de la 4T. Un error, pues, intentar pelearle la calle a la 4T.
Otro error es frenar los trabajos de los juzgados federales. Ayer pararon labores todos los tribunales en las sedes San Lázaro, Prisma, Ajusco, en la CDMX, y en Puebla. Son más de un centenar de juzgados. Retrasar más la ya de por sí lenta justicia en México parece un sinsentido.
Finalmente, parece que la candidata del Frente Opositor, Xóchitl Gálvez, y su coordinador de campaña, Santiago Creel (ambos legis ladores federales), son parte de la estrategia del PJF, la primera al presentar hoy su plan alterno del presupuesto de 2024, y él segundo al estar auspiciando una acción de inconstitucionalidad. Sumar a una campaña política, que por ahora no va bien, parece ser otra mala idea, pues sólo politiza y radicaliza un tema que nos debe importar a todos.
Afectar a miles de automovilistas en la CDMX, a decenas de miles que buscan justicia y, además, aparentar aliarse con la oposición, parecen recetas para un fracaso seguro. Pero también lo es salir a decir, como muestran sus mantas, que exigen un “cese a la intromisión al PJF porque afecta la justicia” (sic), cuando se trata de miles de millones de recursos públicos. Ya ni qué decir de que el PJF se muestra “radicalizado” al quemar en la calle piñatas del Presidente de la República. Con todo esto, el PJF parece regalarle a AMLO la legitimidad para “transformarle”. ¡Todo mal!
En lugar de “paros”, uno desearía conocer los argumentos de la Suprema Corte y todos sus ministros de manera clara. Hoy, a las 9 horas, está invitada a la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados la ministra presidenta, Norma Piña. La convocó el presidente de la Comisión, Felipe Macías (PAN). Ojalá asista la ministra y empiece a defender, con datos duros y medidas de racionalidad, a los juzgadores federales y a todo el aparato judicial.
Hasta ahora ha guardado silencio ante los cientos de ataques que les han mandado desde la mañanera y la FGR. Claramente, la estrategia del silencio no funcionó. Es momento de un cambio para salvaguardar el equilibrio de los Poderes en nuestro país y lograr una discusión de nivel entre ellos. Que se pida, pues, un receso legislativo para abrir un diálogo abierto y franco.
Buscar ganar vía la toma de calles o con sentencias judiciales auto dadas, en lugar de ganar el debate público, sólo condenará lentamente al PJF. Ojalá hoy veamos a su titular y nos haga sentir orgullosos a todos los que hemos creído y defendido al PJF.