La composición del actual Congreso de la Unión, tanto en diputados como en senadores, es de muchos políticos advenedizos, varios de ellos incluso llegando a sus cargos mediante tómbola. Y estos últimos meses en la LXV Legislatura se han presentado iniciativas que muestran lo riesgoso que representa el actual Congreso para todos, incluido el gobierno federal. Van ejemplos:
-Reformas laborales: la reforma para reducir de seis a cinco los días laborales y de 48 a 40 las horas máximas por jornada afectaría mucho el entorno laboral, pero sobre todo el de la iniciativa privada, pues no aplicaría para los trabajadores del sector público. Son varios los legisladores que han intentado avanzarla, a pesar de poner en riesgo las inversiones extranjeras. El tema ha ocasionado tensiones entre Morena y el gobierno federal. En este mismo tema existe un dictamen que aumenta de cinco a 20 los días de permiso de paternidad. Así que hay mucha tensión, con el riesgo de que descarrilen la economía nacional.
-Cuotas musicales femeninas en eventos musicales: en el Senado quieren votar, a propuesta de Morena, que en los festivales musicales, de cualquier tipo, haya una cuota mínima de participantes de género femenino (25% a 33%). De lo contrario, van a sancionar a la producción, organizadores y responsables comerciales, con 15% de lo recaudado en taquilla. ¿Es esta la forma de imponerse en la cultura? ¿Van a forzar a las sinfónicas y hasta a los mariachis a tener 33% de mujeres? ¿Quién se va a animar a hacer eventos musicales en México?
-Forzar la entrada de personas indígenas y afromexicanas a los noticieros en TV: la senadora Susana Harp (Morena) quiere obligar a todas las estaciones de TV (abierta y restringida) a que tengan comunicadores indígenas y afromexicanos, otra cuota. Pero, además, quiere que se deje de transmitir toda la época del Cine de Oro Mexicano, pues piensa que en estas icónicas novelas y películas se aplican estereotipos que hoy son inaceptables. Así que, a censurar todo, hasta lo que se transmite en redes sociales y en plataformas de internet. En contra de esta iniciativa se pronunció hasta el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
-Ley Contra el Odio Racial para meter a opositores a la cárcel: la semana pasada en la Cámara de Diputados se aprobó una minuta sobre el Código Penal Federal, que propone meter cuatro años a la cárcel a “quien, por cualquier medio, incluidos los electrónicos (redes sociales) difunda, publique o propague ideas basadas en la superioridad o el odio raciales, o incite a cometer cualquier acto de violencia contra alguna persona determinada”. Así de ambiguo es el texto. El PAN trató de incluir que hubiera una manifestación “expresa” de odio o violencia, pero su moción no fue aceptada.
Al parecer, quieren instrumentos para meter a la cárcel a cualquier persona. De hecho, esta minuta es muy similar a una ley que, también la semana pasada, se aprobó en Venezuela para meter a la cárcel a quienes promueven el fascismo. Algo que suena bien, pero con tipos penales ambiguos, como el mexicano, está más bien dirigida a la oposición. De hecho, corre el rumor de que la ley en México, originada desde el Senado, tiene como objetivo las publicaciones de Ricardo Salinas Pliego, en redes sociales, contra una senadora.
-Creación de las Bebetecas: Movimiento Ciudadano quiere que, además de ludotecas para niños, ahora se cree el término de Bebetecas y que sean espacios sólo para niños y niñas de cero a seis años.
-Nuevos días festivos: el PT quiere declarar “el día nacional de la banda de música sinaloense de tambora”; otra del PT: “el día nacional de los apaches”; Morena: “el día de la mujer en el sector aeroespacial”, y el PRD quiere “el día nacional de la butifarra”. ¡Así!
Los coordinadores parlamentarios, sobre todo los de Morena —senador Ricardo Monreal y diputado Ignacio Mier— la tienen difícil con bancadas rebeldes y ocurrentes. Tan es así que, aunque le quedan tres semanas de sesiones al Congreso, el Presidente de la República ha mandado la instrucción de que ya no aprueben NADA. Eso es una gran noticia. Pero, ¿qué seguirá con la mayoría de estos legisladores que buscan reelegirse?