Con la “elección” de personas juzgadoras al frente del nuevo Poder Judicial, el régimen consumó la captura del único elemento del Estado Mexicano que permanecía fuera de su control.
De fondo, sin embargo, lo que hizo el pasado domingo fue destruir buena parte de la Justicia de la Unión, desbaratando lo que ha llevado años construir, e imponiendo personas identificadas con su partido, en vez de reforzar el sistema de méritos y la carrera judicial.
¿Cuáles serán los efectos de este tipo de actuación sectaria del régimen, qué tanto dañará a la justicia en nuestro país? El futuro no es para nada halagador y esperemos que no nos lleve generaciones recuperar algo de lo que se ha perdido, que sus efectos tengan el menor impacto posible.
Para nada exagero cuando afirmo que el régimen de Morena y sus aliados ha asestado un golpe descomunal a la justicia en nuestro país. Incluso la misión de observación de la OEA destaca que “No (se) recomienda que este modelo de selección de jueces se replique en otros países de la región”.
Sin embargo, estoy segura que el régimen lo tomará como un éxito, tomando en cuenta su objetivo de apoderarse de esa parte del Estado, que se había mantenido objetivo y apegado a los principios de justicia. Ya vemos en muchos espacios cómo los corifeos oficialistas hablan del “gran logro”, a pesar de la clara abstención y de la descarada intervención oficialista.
Preocupante que el grupo de personas juzgadoras surgidas de este episodio tengan tan poca legitimidad, que hayan sido avalados por el régimen mediante un proceso nada claro y en el que en muchas regiones del país las personas fueron conducidas a votar en grupos, basándose en “acordeones”, diciéndoles que se trataba de un acto partidista. Hay demasiadas evidencias en las redes sociales para intentar negarlo.
A ese nivel llegó la perversión del régimen. Todo por apoderarse de más posiciones, y todo por colocar en muchos casos a incondicionales.
Ningún nivel se salva, empezando por el más alto, cuando vimos a personas haciendo campaña con el argumento de estar más preparados “que un chicharrón”, y cuando también vimos a personas que en las entrevistas previas no supieron reconocer ni siquiera los elementos más básicos de la legislación y los principios de Derecho que se supone aplicarán.
Lo ocurrido en la elección judicial ha sido una venganza. Y como toda venganza tiene un alto contenido de rencor. Esperemos que ese rencor no se refleje en la actuación de quienes hoy ya forman parte del Poder Judicial.
Ascenso electoral naranja
Por otro lado, en los verdaderos procesos electorales que coincidieron con lo judicial, en Veracruz y Durango, la ciudadanía dio varios mensajes. Uno de ellos fue el sonoro fracaso electoral de un régimen que tenía todo en sus manos, incluyendo un aparato de operación electoral desde del Estado Mexicano, y resultó el gran perdedor que sigue aún lamentándose del pésimo resultado.
Pero el más llamativo es el notable ascenso de Movimiento Ciudadano en las preferencias electorales. A nivel municipal, contando los votos que cada partido obtuvo por sí mismo, la opción naranja fue la segunda más votada, por encima del PAN y del PRI, lo que es un gran mensaje sin duda y que anticipa un ascenso en las elecciones por venir.
Panorama electoral alentador para Movimiento Ciudadano, sin duda un gran mensaje que indica que hay opción fuera de la vieja política.
Coordinadora Grupo Parlamentario MC
Ivonne Ortega Pacheco
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