Pues ya comenzaron los análisis, repercusiones y hasta pronósticos del impacto de los aranceles de Donald Trump. El sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ya también comienza a sopesar los efectos de la Guerra Arancelaria de EU sacada casi desde ChatGPT.

Desde los operadores de telecomunicaciones hasta los fabricantes de gadgets, pasando por los productores de semiconductores y servidores; todos están ajustando presupuestos pues sea comprando o vendiendo, la nueva realidad comercial global les afecta. Esta guerra de aranceles está haciendo llorar hasta a los más fríos desarrolladores de código, es decir; los geeks también lloran

No solo tiemblan las grandes automotrices, los fabricantes de acero o los exportadores de aguacate, muchas de las empresas TIC en los mercados accionarios de EU han visto caer el valor de sus acciones desde hace cinco sesiones.

El 1 de abril fue el Día de los Inocentes en EU, pero nadie se rio, pero al día siguiente comenzó la sangría en Wall Street. Desde hace cinco sesiones y hasta el cierre de ayer, Apple se ha desplomado más de 18%, Microsoft casi 5%, Meta más de 10% y hasta Nvidia, que venía imparable, se ha sacudido casi 10%. Amazon ha bajado casi 8%, Tesla 10% y la taiwanesa TSM 12%. Además, Dell ha bajado 17%, HP 15% y AMD 18%.

Hasta los titanes de la conectividad como AT&T, Verizon y T-Mobile, sintieron el jalón con descensos de 5%, 7% y 6%, respectivamente, y eso que, según los analistas más optimistas, estas empresas podrían convertirse en un “refugio seguro” mientras la tormenta comercial se asienta.

Es que, con este nuevo paradigma, los costos de los equipos se inflan, las cadenas de suministro se atascan, y nadie (ni siquiera los jugadores de videojuegos) escapa del drama.

Un tercio del gasto de capital de las operadoras inalámbricas se va directo a equipos, muchos de los cuales vienen de Corea del Sur o Europa Occidental. Y ahora esos equipos se llevan encima aranceles de 15% a 25%. Si bien las telcos no cancelarán sus planes de expansión de su infraestructura, al menos los aplazarán antes que pagar más.

Hasta los proveedores de equipos para las redes 5G están bailando con la incertidumbre. Ericsson y Nokia, al menos, tienen algo de músculo en EU y pueden aguantar el embate. Pero para muchos otros proveedores, sobre todo los que están montados en la arquitectura abierta, la situación es insostenible pues no hay forma de armar un equipo sin piezas extranjeras.

Incluso todos los macfans se preguntan cuánto más va a costar el nuevo iPhone. La mayoría de los iPhones se ensamblan en China, país que ahora carga con un arancel de 54%. Hay estimaciones que ya se atreven a decir que el próximo modelo, el famoso iPhone 17, podría llegar a costar 2 mil 300 dólares. Y no, no incluye plan de datos.

Pero no es solo Apple. Todos los fabricantes que intentaron evitar la guerra comercial saliéndose de China, ahora descubren que también hay balazos arancelarios para Vietnam (46%), India (26%), Malasia (24%), Tailandia (37%) e Indonesia (32%).

Los servidores para inteligencia artificial son otra historia. Nvidia parece estar protegido por una divinidad mexica. Cerca de 60% de sus servidores de IA que llegan a Estados Unidos vienen de México. Y como México está dentro del T-MEC esos servidores están libres de los nuevos impuestos (por ahora).

Pero el problema es que los servidores son como Frankenstein que llevan componentes de todos lados. El chip puede venir de una planta en Malasia, el gabinete de Corea, la placa base de Taiwán. ¿Cómo se aplica un arancel a un rompecabezas de 20 piezas internacionales? Nadie lo sabe.

Y ahí no termina la historia. Trump ya avisó que los aranceles a los chips también “vienen muy pronto”. De ser cierto, desde los teléfonos hasta los autos, pasando por los refrigeradores inteligentes y los drones, también se enfrentará al muro fiscal.

Las decisiones que se están tomando desde la Casa Blanca (y desde el prompt de ChatGPT) afectan también a los fans de los videojuegos. Nintendo, por ejemplo, ya anunció que retrasará las preventas de la esperada Switch 2 en Estados Unidos. Y no por fallas técnicas, sino para “evaluar el impacto de los aranceles”.

La consola saldrá el 5 de junio, según lo previsto, pero las preventas ya no arrancarán el 9 de abril como se esperaba. Y todo por culpa de un arancel sorpresa del 24% a las importaciones provenientes de Japón. Además, Nintendo, como Apple, también había intentado mudarse discretamente de China hacia Vietnam. Pero ahora se encuentra con que Vietnam también está en la lista negra.

Tenemos una guerra arancelaria disfrazada de política económica, pero que en el fondo se parece más a un algoritmo caprichoso diseñado por una inteligencia artificial. Otros medios como The Verge, y lo repiten los analistas financieros, aseguran que esto se parece mucho a una simulación de las IA generativas más conocidas.

Mientras tanto, las empresas TIC están haciendo malabares, tratando de mantener dividendos para sus accionistas, recomprando de acciones y retrasando sus despliegues de red; todo al mismo tiempo que ven cómo se disparan los precios de sus equipos, sus insumos y tecnologías. Si hay que recortar algo, seguramente será la inversión en IA, en infraestructura de nube o en innovación. Si alguien tiene que pagar los platos rotos será el consumidor final.

Por eso insisto que el mundo geek ya no solo sufre por bugs o por spoilers de videojuegos. Ahora llora de verdad. Llora por los aranceles. Llora por los gadgets que no llegarán. Llora por los equipos que se quedarán en bodega.

El futuro de la tecnología no está en pausa, pero sí en modo “espera”. Porque mientras la guerra comercial siga en marcha, los geeks también lloran.

Columnista y comentarista

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