Hace casi diez años, los amigos de Movistar tuvieron la ocurrencia de invitarme a un Seminario de Telecomunicaciones con varios maestrazos del ITAM. Ahí se habló de todo, desde asuntos técnicos y regulatorios, hasta financieros, ciberseguridad y derechos de los usuarios.

En una de las clases más memorables, se armó un debate sabroso sobre banca y digitalización. La mayoría defendía que el uso de internet sería la herramienta definitiva para aumentar la inclusión financiera, pero el gran villano era la desconfianza. No solo la desconfianza a una mayor fiscalización del gobierno, sino también a la idea de que cualquier banco, hacker o autoridad podría husmear en los sacrosantos datos personales.

En ese entonces me atreví a cuestionar el argumento diciendo que no era desconfianza, sino que no había incentivos para que los mexicanos usáramos la banca por internet. Incluso entonces ni siquiera pensábamos en la banca móvil.

No existían apps dignas de ese nombre, las terminales eran escasas y el internet era más una apuesta que un servicio. Todo estaba diseñado para la computadora de escritorio o, con suerte, una tablet. Operar desde el celular era como pedir un milagro.

La discusión terminó siendo profética. Con la llegada de nuevas tecnologías móviles, la banca finalmente entendió que el celular era la llave de acceso a los servicios financieros. Y con todos los argumentos de desconfianza en el aire, terminamos adoptando cuentas digitales y servicios móviles que hoy nos parecen de uso común.

Lo anterior viene a cuenta porque, ayer se dio a conocer el octavo Índice Banamex de Inclusión Financiera, con números que cuentan una historia que muchos prefirieron ignorar durante años. El estudio muestra un cambio en los patrones de apertura de cuentas de ahorro por internet o aplicaciones no bancarias entre 2021 y 2024, con un salto de 2.7% a 10.3%.

Y aunque no suelo ser fan del equipo de Estudios Económicos de Banamex por sus evidentes sesgos políticos, esta vez recomiendo revisar el estudio. El índice nos ayuda a entender cómo la digitalización empuja la inclusión y el ahorro, incluso cuando no hay incentivos claros.

Según Banamex, los pagos digitales son los reyes actuales de los servicios financieros. El 82% de los adultos con cuenta realizó o recibió al menos un pago digital en 2024, lo que representa un avance de 27% respecto a 2014. A eso se suma que el pago de apoyos gubernamentales impulsó la apertura de cuentas digitales. En 2021, apenas 2.7% de las personas abrió una cuenta de ahorro digital; para 2024 ya lo había hecho 10.3%.

Banamex también destaca el papel de la innovación en pagos vía CoDi, impulsado por el Banco de México, y DiMo, un proyecto conjunto entre la Asociación de Bancos de México, Banxico y otras instituciones financieras. CoDi empezó a operar en septiembre de 2019 mediante QR o NFC. A finales de 2024 ya sumaba 18 millones de cuentas validadas, aunque solo 2.1 millones han hecho al menos una transacción.

DiMo, por su parte, arrancó en febrero de 2023 y conecta un número de celular con una cuenta bancaria para recibir transferencias. Banxico reportó sólo 11 millones de cuentas vinculadas en 21 instituciones financieras al cierre de noviembre de 2024.

En México nos encontramos años luz de sistemas como el de Brasil. Allá Pix, la plataforma del Banco Central brasileño nació en 2020 y ya suma 547.5 millones de cuentas asociadas, con alrededor de 6 millones de transacciones mensuales.

Y aquí es donde regreso a aquel seminario. Creo que, mientras los bancos mexicanos insistan en no cobrar comisiones por transferencias mediante CoDi o DiMo, esto nunca va a despegar. El modelo no funciona porque los bancos siguen aferrados a ganar por cobrarle más comisiones a los mismos clientes de siempre.

Pese a todo, la ecuación está cambiando. Afortunadamente, los neobancos, los bancos digitales y muchas fintech ya sacudieron el tablero. Estos operadores están obligando a que la banca tradicional ya despierte, aunque sea a regañadientes, pero urge que le metan turbo.

PRIORIDAD DIGITAL

México suele aparecer en los mapas corporativos cuando quieren presumir crecimiento, pero esta vez el movimiento viene con señales más interesantes. Ali Siddiqui, presidente de BMC Helix, está en México como única parada en Latinoamérica, y eso ya dice bastante sobre dónde se está jugando el partido de la digitalización empresarial en la región. No es turismo ejecutivo ni gira protocolaria, es un mensaje directo sobre hacia dónde apunta la nueva generación de ServiceOps impulsada por inteligencia artificial agentiva.

Convertida hoy en una empresa independiente tras separarse de BMC Software, BMC Helix llega a México con la propuesta de liberar el potencial humano dentro de las áreas de TI y multiplicar la productividad, anticipando problemas y automatizando procesos gracias a una plataforma nativa en la nube, flexible, escalable y reconocida por Gartner y Forrester.

El roadshow de Siddiqui en Ciudad de México, contempla un foro en el cual se servirá para explicar cómo estas soluciones pueden dejar de ser juguetes de laboratorio y convertirse en herramientas reales para empresas que ya no pueden darse el lujo de operar “como siempre”.

BMC Helix quiere posicionarse como la marca que entrega experiencias más inteligentes y operaciones más creativas en un mercado donde TI ya dejó de ser un área de soporte para convertirse en cancha principal de competencia.

VUELVEN A MÉXICO

En los próximos días veremos un regreso que amaran muchos pet lovers. Se trata de Laika, la plataforma que se volvió favorita de muchos latinoamericanos y que ahora vuelve al país con un discurso más robusto, más local y, sobre todo, más estratégico. Esta vez no vienen a probar suerte, vienen con inversionistas mexicanos encabezados por Eduardo Chedraui, con operación propia y una idea fija de convertirse en el estándar del e-commerce pet care.

En Colombia y Chile ya juegan en ligas mayores, con más de un millón de usuarios activos y una recompra que supera 60%. Es decir, la gente regresa a comprar, algo que muchas plataformas mexicanas todavía ponen en su pitch deck como objetivo aspiracional.

Laika renace con equipo local, estructura renovada y un modelo que intenta poner al usuario (y al perro, gato, hurón) en el centro. Además, presumen alianzas con marcas premium y servicios veterinarios certificados, porque el mercado pet ya no es venta de croquetas, es mero estilo de vida.

En resumen, Laika vuelve recargada, más local y lista para competir en un sector donde el cariño a las mascotas ya mueve más presupuesto que muchas decisiones familiares.

CANCÚN PREMIUM

El mercado inmobiliario de Quintana Roo toma una ruta distinta con proyectos que buscan elevar el estándar patrimonial y Nautica Residences by Naúma, liderado por Moisés Jafif, lo hace con sistemas que rara vez aparecen en desarrollos residenciales. Es el caso de su Building Management System (BMS) para supervisar energía, climatización y servicios operativos; iluminación LED de alta eficiencia; riego inteligente y un centro especializado para el control integral del inmueble. Este enfoque coloca al proyecto dentro de la tendencia de edificios inteligentes que combinan eficiencia, seguridad y confort. Su segunda torre llegará tras la colocación de la primera piedra el 27 de noviembre y marcará un impulso adicional para Cancún y el caribe mexicano. Más de 50 amenidades, arquitectura de autor y el concepto Hotel Living complementan esta propuesta que cuenta con el respaldo comercial de GMB y el alcance global de Authentic Brands Group.

Columnista y comentarista

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