Siempre lo he dicho, como regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) fue una decepción, sin embargo; como fuente de datos e información, es muy bueno. Incluso podría aprobarlo como organismo promotor de las telecomunicaciones y radiodifusión en la parte didáctica.
En ese sentido, algo que es digno de rescate de ese instituto que está expirando, son las encuestas y estudios. Una de ellas es la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales (ENCCA) que ayer dio a conocer el IFT en su edición 2024 y nos regala una radiografía interesante sobre la televisión abierta en México.
Aunque el streaming parece dominar las conversaciones, la televisión abierta sigue siendo la reina en los hogares mexicanos. Según la ENCCA, 91% de las casas cuentan con al menos un televisor, y en promedio, hay 1.8 equipos por hogar. A pesar de la competencia feroz entre distintas tecnologías, 74% de los encuestados aún consumen canales abiertos, dedicándoles 2.3 horas diarias en promedio.
El Canal Las Estrellas se lleva la corona al ser mencionado por el 50% de los televidentes, seguido de cerca por Canal 5, con 48%. Estas señales siguen siendo las más vistas, ya sea por aire o a través de servicios de paga. El horario estelar no ha cambiado: las familias sintonizan de lunes a viernes entre las 18:00 y las 24:00 horas.
Pero aquí viene lo más interesante: 98% de quienes ven TV abierta, lo hacen desde casa. Este dato pone en evidencia que la televisión sigue siendo un espacio familiar y cotidiano. Las noticias y las películas son los contenidos que dominan, dejando claro que, aunque los tiempos cambian, los hábitos de consumo no lo hacen tanto.
La televisión de paga también tiene su terreno ganado, con un 46% de los hogares conectados a este tipo de servicios. El 39% de los usuarios de TV de paga buscan más opciones de contenido y canales, aunque sigue siendo un servicio excluyente, pues 54% de los hogares que no tienen televisión de paga dicen que no la contratan por el precio.
La brecha entre ambos tipos de televisión es más económica que cultural, lo que demuestra que la TV abierta sigue siendo relevante por ser accesible.
Aunque las plataformas de streaming están transformando el panorama del entretenimiento, la televisión abierta se mantiene como un pilar sólido. Su accesibilidad y alcance masivo le dan una ventaja difícil de superar, especialmente en un país donde no todos tienen acceso a internet rápido o pueden costear múltiples servicios de streaming.
Así que, por más que se quiera enterrar a la TV abierta, esta sigue demostrando que tiene mucho por ofrecer.
Van por la publicidad digital
En el mundillo publicitario pocas alianzas resuenan como la que acaban de anunciar US Media y Magnite. Estas empresas unen fuerzas para sacudir el mercado mexicano pues al tiempo que US Media se encargará de gestionar la venta del inventario publicitario de streaming de Magnite, esta última aprovechará sus relaciones con publishers para ofrecer a los anunciantes locales un suculento menú publicitario.
Magnite, que presume ser la mayor plataforma sell-side independiente, tiene una propuesta con formatos como Connected TV, video y display, junto con una infraestructura programática avanzada. Ellos ofrecen transparencia y seguridad de marca para anunciantes que buscan precisión quirúrgica en sus campañas.
Por su parte, US Media se encargará de conectar a agencias de medios y marcas con la oferta de Magnite a través de órdenes de inserción, ampliando las opciones de acceso al inventario publicitario. Con la publicidad digital en auge y los anunciantes más hambrientos de resultados que nunca, esta colaboración pinta para ser un movimiento estratégico que no solo competirá, sino que podría redefinir el juego publicitario en el país.
Inteligencia artificial para rato
La inteligencia artificial (IA) ya no es el futuro; es el presente que ha llegado para quedarse. En 2025, se espera que la IA deje de ser solo una herramienta y se convierta en una extensión de nuestras vidas, integrándose tanto en el trabajo como en el hogar. Los agentes impulsados por IA prometen simplificar tareas y liberar tiempo valioso, transformando industrias y estilos de vida. Este fenómeno no es una promesa vacía; es una realidad tangible.
En 2024, la IA consolidó su lugar como protagonista indiscutible en el escenario global. Según Gartner, para 2027, más de 50% de los modelos de IA generativa serán desarrollados específicamente para sectores o departamentos concretos. La capacidad de la IA para personalizar experiencias del cliente, anticipar amenazas cibernéticas y optimizar operaciones empresariales la convierte en una herramienta indispensable. Empresas como KIO, liderada por Octavio Camarena, ya están marcando la pauta, aplicando IA para reforzar la ciberseguridad y mejorar la eficiencia operativa. Sin rubor, KIO busca posicionarse como pieza clave en este ecosistema empresarial, anticipando un futuro donde la IA será el motor de la digitalización global.
Es que 2025 será un año clave para observar cómo los modelos de IA evolucionan en capacidad y utilidad. Hoy, los llamados "modelos de frontera" ya realizan tareas avanzadas, desde generar código hasta resolver problemas complejos. La tendencia apunta a que estos modelos no solo serán más rápidos y precisos, sino que también ganarán la capacidad de razonar y tomar decisiones complejas, revolucionando sectores como la medicina, el derecho y las ciencias naturales.
En el ámbito laboral, la IA promete transformar la dinámica del trabajo. Microsoft 365 Copilot, ya utilizado por el 70% de las empresas Fortune 500, es solo un ejemplo de cómo los agentes de IA están asumiendo tareas repetitivas y liberando a los trabajadores para actividades estratégicas.
En América Latina, empresas como Dell Technologies están liderando el cambio, destacando cinco transformaciones clave para 2025. Una de las más relevantes es la aparición de agentes de IA avanzados que no solo apoyarán en tareas operativas, sino que también jugarán un papel crucial en la toma de decisiones estratégicas. La IA soberana, otro concepto destacado por Dell, apunta a que cada nación desarrollará ecosistemas digitales adaptados a sus necesidades, abriendo oportunidades en sectores como la movilidad urbana y los servicios públicos. Estas innovaciones no solo representan un avance tecnológico, sino también un cambio cultural.
El 2025 se perfila como un año de consolidación para la inteligencia artificial, no solo como una herramienta, sino como un agente transformador en todos los aspectos de la vida. La pregunta no es si la IA transformará el mundo, sino cómo nos prepararemos para ser parte de esta transformación.
Columnista y comentarista