En este espacio hemos publicado en varias ocasiones sobre la falta de control y lagunas legales con las que operan restaurantes en todo el territorio nacional, incluso mencionamos la urgente necesidad de que por ley se coloquen cámaras de seguridad en las cocinas de cada uno de estos negocios para ver la manera como son preparados y manipulados nuestros alimentos.

Todo ello surgió del mal recuerdo de hace más de dos décadas, cuando al hijo pequeño de un servidor, le sirvieron un espagueti con cloro, literal, con cloro, en el desaparecido Vips de las antorchas de Insurgentes.

Desde entonces he sido testigo de cómo el negocio de los restaurantes continúa operando sin ningún tipo trabas y las supuestas autoridades gubernamentales encargadas de su control tienen la misma utilidad que un duende de jardín, es decir, están de adorno y son totalmente inútiles.

Prueba de ello es el reciente caso del cadáver encontrado en forma misteriosa en un horno de la cadena Los Bísquets Obregón, causando indignación en la opinión pública, ya no tanto por el hecho de las no convincentes explicaciones de la cadena con respecto a que el difunto había sufrido un infarto, sino por la falta de sanciones por parte de las autoridades que permitieron que a unas horas de encontrar a un muerto en un horno, se permitiera a la franquicia hornear el pan del día ahí mismo y servirlo a los comensales.

Recordemos también el caso de Antonio Monroy, comensal asesinado a golpes en las instalaciones del restaurante La Polar de la alcaldía Cuauhtémoc por parte del jefe de seguridad y cuyo cadáver fue sacado a la calle por parte del mismo personal y un policía… ¡sólo en México! Nuevamente los duendes de jardín, perdón, las autoridades, actuaron de forma tibia en este caso que causó indignación nacional.

Otro incidente que ha saltado a la opinión pública, dejando en evidencia la impunidad como operan estos negocios es el de Karen Garduño, ex trabajadora de la churrería El Moro, de Coapa, quien filtró un video a las redes donde se ve al abogado y a una empleada de recursos humanos, jaloneándola y acosándola.

Esas dos personas, en opinión de nuestros lectores, deberían cumplir una sentencia por intento de secuestro, pues en el video viralizado en redes se ve a la señora de la empresa sujetando a Karen del brazo y tratando de retenerla en las instalaciones. Obviamente la churrería ya lanzó un comunicado en el que se afirma que se está llegando a un acuerdo, pero la pregunta sería ¿cuántas empleadas y empleados como Karen sufren de ese acoso laboral por parte de las empresas donde consumimos?

Como ya lo hemos mencionado, en los años recientes la cuenta que opera en varias redes sociales, llamada Terror Restaurantes, con impactos directos principalmente en Instagram, se ha convertido en un espacio de denuncia, pero, sobre todo, en un medio para conocer la difícil realidad que vive el personal de muchos establecimientos en la Ciudad de México y en otros estados del país.

Numerosos restaurantes de lujo, chefs, cafeterías y dueños abusivos han sido denunciados en esa cuenta que cada vez tiene más seguidores.

Recordemos también los testimonios de trabajadores y ex trabajadores de la famosa cadena La Casa de Toño, quienes en 10 puntos resumieron algunas de las prácticas que se realizan todos los días en los establecimientos de la franquicia y que en muchos sentidos contrastan con la imagen que ha construido a lo largo de los años, vendiéndose como un negocio eficiente y humano producto de alguien que comenzó desde abajo.

Es interesante leer estos puntos escritos sobre La casa de Toño por sus propios trabajadores. Todos los testimonios se encuentran publicados en la mencionada cuenta.

1. “Lo que ganas en La casa de Toño no se refleja en el IMSS o Infonavit más que el salario mínimo, lo restante es un supuesto bono.”

2. “Una falta de cualquier tipo es castigada, así lleves comprobante de que fuiste al médico y te vean enfermo, y ya ven que en el seguro no te dan una incapacidad. Bueno, sin incapacidad la falta te cuesta la pérdida del supuesto bono más el día, y las propinas de toda la semana. Hablamos de unos $2,500 a $3,000. Las faltas son acumuladas en propinas: si son dos días, 2 semanas sin propinas y así sucesivamente. Si eres mamá piénsalo dos veces antes de entrar porque no hay consideración alguna si tu hijo enferma. Falta es falta.”

3. “Se supone que sólo trabajas 9 horas y media, pero puede ser más. No debería haber pretextos para quedarse más tiempo.”

4. “No te dan comidas, y si consumes algo dentro del restaurante es a precio de carta.”

5. “No se pagan días festivos u oficiales, tampoco se pagan las horas extras.”

6. “Las vacaciones las tomas cuando ellos te digan no cuando tú quieras.”

7. “Los errores se te cobran, dependiendo del problema, pero puede ser por pieza, que cuesta $10 o a precio de carta, dependiendo del capitán en turno.”

6. “EI uniforme lo compras a precio de tienda, es decir que te lo dan caro.”

7. “Si se te caen servilletas o desechable se tiran y te lo cobran.”

8. ”De las propinas se compran servilleteros, casillas, ollas, cucharas. Nada compra Toño, solo la comida, todo, incluso el microondas donde calienta la comida sale de las propinas.”

9. “Hay sanciones dónde te vuelan el día si se lleva el uniforme incompleto, si le contestas mal al capitán, si te faltó meter algo de una orden aunque lo corrijas.”

10. “Y por último, se trabaja bajo un ambiente muy pesado ya que todos están a la defensiva para no ser sancionados por algo o no perder.”

Los numerosos comentarios de lectores y seguidores de la cuenta por estos testimonios no se hicieron esperar. Incluso algunos rebautizaron a la cadena como La cárcel de Toño.

Habría que preguntarles a las autoridades si es legal que una cadena que sirve comida obligue a sus empleados a trabajar aún si muestran signos de estar enfermos. No quiero pecar con la imaginación, pero con estas malas prácticas, ¿qué ocurrió durante pandemia si un mesero tenía signos de tener Covid, seguía atendiendo al público?

También interesantes los testimonios sobre el destino de las propinas para comprar insumos del propio negocio. Es decir, ¿si uno deja una buena propina al mesero eficiente, ésta se destinará en parte a comprar los desechables, servilletas, etc.? Sin duda, denuncias para las que valdría la pena una aclaración de la propia cadena.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS