No es fácil decidir por quién votar para transformar la justicia mexicana y, de pasada, modificar el concepto de democracia en el mundo. Ciudadano cívico que soy, investigué cómo votar correctamente. No fue difícil, pues pronto me topé con las oportunas instrucciones que la semana pasada le dio el Lic. Fabrizio Mejía Madrid (pensador mexicano tan relevante que muchos escritores y filósofos del mundo acostumbran plagiar sus escritos) al bravío pueblo de Azcapotzalco. La conferencia se titula “La justicia en México” y se encuentra en la página “paraleerenlibertad” del YouTube. No tiene pierde.
Por respeto a la integridad de su pensamiento complejo, transcribo partes de ese discurso a partir del minuto 11. Inicia con una declaración sincera:
“Yo por ejemplo me considero una gente informada. A la hora que tuve que ver a los que me tocaban de jueces de distrito y de circuito, pues no tengo la más remota idea de quiénes sean. ¿Tendría yo que meterme a buscar a Internet para evaluar si es un buen juzgador o no? Si no están en Internet, pues no puedo saberlo: todo es a ciegas y realmente no tenemos mucha idea de cómo proceder en esas boletas.”
Luego de tan conmovida sinceridad, dijo:
“Nos ha dicho la derecha que esta elección está muy complicada, llenar las boletas y los números, que estamos acostumbrados a votar por el logotipo, etc. Es muy importante que ustedes vean el simulador que hay en la página de Internet del INE. Ponen ahí ‘¿dónde está el simulador de la votación?’ y ahí le presentan a uno las boletas que uno va a tener que llenar en las casillas. Son seis boletas de distintos colores. La primera boleta, que es la morada es, según yo, la más importante porque es la de la Suprema Corte. Ahí salen los candidatos divididos en hombres y mujeres, numerados del 1 al 50, y uno tiene que poner en los recuadritos en blanco todos los jueces que uno quiere para la Suprema Corte. Pero además, cada uno de ellos tiene junto a su nombre y a su número qué poder de la unión lo propuso. Entonces dice:
Poder Ejecutivo (PE), Poder Legislativo (PL) y Poder Judicial (PJ). Mi recomendación es votar por lo que diga PE al lado, es decir, Poder Ejecutivo.”
La explicación teórica de tal conducta es perfecta:
“Es, digamos, una transferencia de nuestra confianza hacia Claudia Sheinbaum como Presidenta. Es decir: bueno, el poder ejecutivo está proponiendo a estos jueces de distrito y de circuito, pues votemos y validemos esa propuesta con nuestra votación.”
Así pues, validemos a la Presidenta. Luego de hacer constar que “no soy militante de MoReNa” sino “periodista independiente”, el sabio agrega:
“No sé si yo puedo decir nombres aquí. Yo no creo que hubiera problema con la autoridad delegacional de que yo dijera algún nombre. Entonces, sí: Lenia Batres, porque es la única de todas las ministras y ministros que ha defendido al Pueblo. Alguien que pueda evaluar los intereses en disputa y siempre decida por los más vulnerables, como Lenia Batres, a la que conozco desde que teníamos 14 años en las primeras luchas que hubo cuando estábamos muy chiquitos en la huelga de la UNAM. Ella es la Ministra del Pueblo y por lo tanto creo que ella es la que tiene que presidir la Suprema Corte.”
Entonces alguien del pueblo lanza la pregunta: “¿Y Yasmín?” y el versado perito responde que no, mas no por plagiaria (algo en lo que el enorme intelectual es experto), sino porque “apoyó a Salinas Pliego y por tanto no está a favor del pueblo.”
Y al final advierte: “Esto es lo que yo creo, pero ustedes pueden votar por quien quieran.”
He ahí la democracia en acción.