La semana pasada, el zócalo se atestó de nuevo con el ya tradicional campamento de la CNTE, la Coordinadora (es un decir) Nacional (por decir algo) de Trabajadores (otro decir) de la Educación (un decir más). Si el zócalo es “el corazón de la Patria”, la CNTE lleva sexenios recetándole trombosis coronarias.
Esto coincidió con otra proclama habitual desde El Supremo Obrador y que ahora repite la presidenta Sheinbaum: el himno a “nuestros migrantes”, ascendidos a “Héroes Vivientes” (sic) y “Héroes de la Patria”, una Patria cuyo aeropuerto se bloquea, cuyo zócalo se privatiza y cuya Secretaría de Educación Pública se secuestra. Pobres héroes. ¿No decía Cicerón que más pobre que una patria sin héroes es una que no los honra?
No los honra la CNTE, que secuestra al sistema cardiovascular de la Patria porque exige aumentos salariales del 100%, plazas laborales automáticas, vitalicias, heredables o subastables a cambio de educar niñitos en el odio al capitalismo y al neoliberalismo. Y mientras tanto, los “Héroes Vivientes” huyen a EU para ganarse la vida “ilegalmente” en un sistema capitalista y neoliberal, pero también para educar a sus hijos sin que la CNTE disponga cómo hacerlo y amenace con bloquearlos si no obedecen.

Y de pasada, claro está, sostienen al país con sus remesas. Es curioso que, como su Supremo antepasado, Sheinbaum estime que un éxito de su gobierno anti-neoliberal sea que los héroes envíen a México su “recurso”, como le dice ella al dinero. Francamente no estoy seguro de que los migrantes sean “nuestros”, posesivo que pelecharon al verse obligados a emigrar. No: los migrantes no son “nuestros” ni propiedad del gobierno; los migrantes son suyos, propiedad de sí mismos, y más que “solidarios con México” son responsables con sus familias. Si algo es nuestro es la vergüenza de haberlos expulsado.
Perseguidos y discriminados, los “Héroes vivientes” viven sin más garantías vitalicias o plazas automáticas que las impuestas por el neoliberalismo que abomina el gobierno del país que abandonaron y al que, con su “recurso” neoliberalmente ganado, mantienen a flote. Fue el mismo Supremo quien explicó que el 33% del pueblo vive gracias a los 5 mil millones de dólares que remiten los héroes mensualmente. Son 60 mil millones de dólares anuales enviados por 10 millones de mexicanos sometidos al neoliberalismo. Es “la principal fuente de ingresos que tiene el país”, decía El Supremo, sin comparar jamás ese “recurso” neoliberal con las pérdidas de PEMEX, los trenecitos y aeropuertos populares no neoliberales. Es raro que cada dolar neoliberal financie el combate al neoliberalismo...
Al tratarlos de “Héroes” se diría que el gobierno desea que haya más; que cada migrante sea una heróica inversión nacional. Ese migrante que manda dólares a México ¿es más productivo que un “Siervo de la Nación” o que un maestro de la CNTE? ¿Son los migrantes nuestro mejor producto de exportación? (lo que explicaría que Trump quiera gravarlos...)
En los estados donde manda la CNTE, como Michoacán, Guerrero o Oaxaca, las remesas aportan el 11% del PIB. Es decir, hasta la CNTE vive de sus remesas. ¿Qué opinarán los migrantes? Porque en Oaxaca el 36% de los maestros de la CNTE “heredan” su plaza, pero sus alumnos tienen 25% menos clases que en el resto del país (datos de Benjamin T. Smith en Dissent, en 2013). Otro estudioso, Jeffrey H. Cohen, piensa que no son pocos los oaxaqueños que emigran a EU buscando escuelas donde no mande la CNTE. Que la CNTE responda con paros y bloqueos es la paradoja final: su propia inversión en la industria del “Héroe Viviente”...