María José Marín se sobrepuso a su propia historia en el Women’s Amateur Latin America y se llevó un nuevo título.
“Estoy nerviosa y sé que la niña también”, fueron las palabras de Lorena Negrete, madre de María José, con quien hablé antes de la conclusión del desempate que le daría a la golfista colombiana, de apenas 19 años, su primer título del WALA. Era uno de los pocos títulos que le faltaban.
Son pocas las jugadoras latinas que han conseguido tal cantidad de trofeos. Marín lo ha logrado gracias a una combinación de talento y disciplina.
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Su victoria nos emocionó, porque su carisma contagia. Luego de lo visto en 2021 y 2022, cuando fue subcampeona, habría sabido a poco que nuevamente se le escapara la corona, ese anhelado trofeo que entrega una jugadora que marcó la historia de este deporte, como la sueca Annika Sorenstam.
Con esos antecedentes, los nervios se hicieron presentes. María José cerró la última ronda con dos bogeys sucesivos, pero supo sobreponerse en el desempate. Se reencontró con su juego, templó los nervios y “la tercera fue la vencida”.
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Con una nueva victoria en su haber, la colombiana ya está de regreso en los salones de clase en Estados Unidos. María José no descuida sus estudios. Son estos, de hecho, la razón por la cual prefiere no hablar —aún— de profesionalismo.
De momento, seguirá en lo suyo, sumando alegrías desde lo golfístico, soñando cada vez más en grande, acompañada de un círculo familiar que no la desampara y con un equipo de trabajo que disfruta de una joven con un talento descomunal, mientras la aconseja para lograr su mejor rendimiento; todo un grupo que ahora tiene a su lado a una campeona del WALA. ¡Qué grande, Majo!