Con 25 y 27 años de edad, Nelly Korda y Scottie Scheffler, respectivamente, dominan al golf internacional. Dos grandes figuras que no dejan ni media puerta a nadie.

Hace no mucho, las estadísticas decían que el rango de edad en la que mejor se desenvolvía un golfista era entre los 30 y 35 años. Esto, en la última década, ha quedado como una anécdota, sobre todo a raíz de lo sucedido el fin de semana en LECOM Suncoast Classic, torneo del Korn Ferry Tour, gira de ascenso hacia el PGA Tour, en el que un adolescente de apenas 15 años recibió una invitación especial para jugar el torneo.

Miles Russell es el golfista juvenil número uno del mundo y tuvo una prueba de fuego al enfrentarse por primera vez a profesionales de mucho peso, y la pasó con calificación sobresaliente.

Russell se convirtió en el jugador más joven en pasar el corte en un torneo sancionado por las raíces del PGA Tour y lo hizo sin problema alguno; incluso, por momentos amagó con meterse en la contienda por el título. Su resultado final fue un empate en la posición 20, entre 180 golfistas que estaban participando. Este puesto lo clasificó de manera automática al torneo de esta semana.

Tuve la oportunidad de estar presente en ese torneo. De muchos escenarios que imaginé, jamás pensé presenciar esto: el nacimiento de la Russellmania. Las redes sociales del mundo del golf explotaron ante ese fenómeno.

Un torneo del Korn Ferry Tour, a pesar de que cuenta con un público de tamaño interesante, no jala las multitudes que podría tener uno estelar, así que era fácil verlo jugar. Miles se comportó como un golfista de 30 años y experimentado.

Durante la primera ronda, sorprendió con números por debajo de par; en la segunda, arrancó bastante tambaleante y parecía que iba a ser una simple anécdota más, pero le pudo dar a la vuelta y cruzó el corte sin problemas.

La hazaña ya estaba hecha. Para el resto del fin de semana, podía bajar un poco la guardia y disfrutar el momento, pero él tenía otros planes en la cabeza: competir y conseguir el mejor resultado posible.

El sábado, volvió a tener una ronda espectacular. Lo mismo sucedió el domingo, a pesar del bogey en el hoyo 18, rodeado de una galería que se abarrotó a verlo sólo a él. Probablemente, ese fue el momento donde llegaron los nervios que superaron al joven competidor.

Esta semana, vuelve a tener una prueba importante en su carrera, pero —pase lo que pase— ya no tiene nada que mostrar y estará por muchos años en los libros de historia. Aún falta para que veamos competir a Miles Russell como profesional en los mejores circuitos del mundo, pero —sin duda— lo esperaremos muy emocionados.

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