México jugará un partido “vomitivo” este sábado en Puebla. Únicamente, hay que detenerse en este compromiso contra el Valencia para despedazarlo, porque hubiera sido mejor una práctica abierta y gratuita para los aficionados. Es ruin cobrar por este juego en el estadio Cuauhtémoc. El equipo español (hoy, uno de los peores en su Liga) viene, literalmente, a cumplir y de paseo. Veremos una plantilla con muchos suplentes, porque algunos titulares fueron convocados a sus respectivas selecciones y otros están lesionados.
No será un encuentro de alto nivel, ni de exigencia para nuestra Selección.
Sólo servirá para que el equipo se presente en otra plaza y trate de conectar otra vez con la gente. La Selección está hambrienta de cariños, aceptación, mimos, halagos de la afición, que —con esta clase de partidos— dudo que los obtenga.
Para sacudir aún más el amistoso, difícilmente en Camotitlán jugarán los “ganchos” convocados, como Guillermo Ochoa, Raúl Jiménez y Edson Álvarez; esos, con toda seguridad, estarán archivados para enfrentar a Estados Unidos.
Javier Aguirre mandará al campo a Germán Berterame, Luis Ángel Malagón, Obed Vargas, Bryan González, Marcel Ruiz y Erik Lira, entre otros.
México tiene que ganar y golear a la piltrafa de equipo con el que se va a medir.
Ah, por cierto, el Valencia llega el viernes en la madrugada y regresa a su país el sábado por la noche. Para llegar a Puebla, pasarán casi 20 horas desde que salga de España.
El Vasco Aguirre y sus muchachos tendrán, contra los estadounidenses, el juego más importante —hasta ahora— de la tercera etapa del técnico. Ojalá que lo aprovechen, pero esa será otra historia.
@elmagazo