Difícil y hasta imposible creer que en nuestro futbol existan 60 jugadores con categoría de Selección. Lo comprobamos en la gira por Sudamérica. Cuesta trabajo asimilarlo en un país de casi 130 millones de personas y en donde este deporte es el más popular. Ni el más optimista lo podría gritar, ni la mente más positiva lo podría imaginar, ni el sueño más generoso lo podría originar. Duele, molesta, desilusiona, golpea, pero es la triste y categórica realidad.
México presentó una extensa prelista de 60 futbolistas para las semifinales de la Nations League. Es un brillante requisito de la Concacaf, en el que —después de colocar a los que creen que pueden aportar algo al proyecto— los demás aparecen, porque se te vino su nombre a la mente o te quieres portar bien amable. Un engaño, una farsa permitida por el organismo rector del área.
El Vasco, después de cumplir con esta formalidad de la Concacaf, debe centrarse en los 23 o 26 que convocará a la Copa del Mundo, para trabajar a fondo a partir de los próximos entrenamientos y partidos, porque el tiempo cada vez es menos. Cuando salga a la luz esta publicación, quedarán sólo 470 días para el inicio del Mundial. Urge el grupo base.
La lista final de 23 jugadores para el Final Four deberá ser entregada 10 días antes de la semifinal (10 de marzo), y en la cual se exige —por lo menos— tres porteros. Todo mundo sabe que entre los convocados estarán Santiago Giménez, Henry Martín, Raúl Jiménez, Luis Malagón, Tala Rangel, César Montes, Johan Vásquez y Edson Álvarez. Sin problema, armamos la lista de 23.
@elmagazo