Llegamos a la parte más atractiva del torneo, el momento cumbre de la Liga MX, la etapa en la que el nivel de los equipos es distinto: La Liguilla. No existe mejor escenario para ver en todo su apogeo a los grandes candidatos al título. Aquí, se supone que nadie se guarda nada, pero hay tanto en juego que las premisas de las que hablamos líneas arriba, muchas veces no se cumplen. Lo ideal sería que, después de 17 jornadas de muchos encuentros para el olvido, la fase final entregue eliminatorias espectaculares y dignas de ser contadas por los siglos de los siglos... No llegamos a tanto. Ojalá que, en este cierre del Apertura 2025 nos sorprendan los clasificados a la pelea por el campeonato.

Hay cuatro clubes que marcan una diferencia sólida, de entre ellos saldrá el monarca de la competencia; descarto alguna sorpresa. Toluca, Tigres, Cruz Azul y América deben encontrarse en semifinales, son los favoritos para seguir con vida y hacerse pedazos por alcanzar la gran final.

No es por hacer menos el esfuerzo de los rivales, pero ya cumplieron y salvaron su torneo al meterse entre los mejores ocho. Es posible que Chivas, por cómo terminó la fase regular, dé batalla; sin embargo, no está para dejar fuera a los celestes. Rayados es tan inestable, que eso jugará en su contra; Bravos y Xolos salen como víctimas seguras del Toluca y Tigres.

No está de más hablar sobre la polémica de los días y horarios de los cuartos de final. Hicieron lo que se les pegó la gana con el reglamento; de nuevo, lo económico estuvo por encima de lo deportivo; otra vez, se inventan algo para satisfacer intereses. Es penoso lo que sucedió, empaña la Liguilla. Son una vergüenza los de la Liga, pero no les importa, porque ya están acostumbrados a hacer el ridículo.

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