El engaño, la farsa, la patraña de la Selección Mexicana se presenta este jueves en Sudamérica.
Brasil, con el Internacional de Porto Alegre, recibe a lo que Javier Aguirre pudo reunir para cumplir con el compromiso.
Es increíble que el Vasco haya permitido esta barbaridad, porque —con el conocimiento que tenemos del técnico— era para botarles a su parodia de Selección.
Lo que hicieron los clubes de no prestarle jugadores al técnico y condicionar el número de convocados, habla pésimo del apoyo hacia la Selección.
Son falsos los directivos, pues su prioridad no es el equipo mexicano. Les estorba en determinados momentos, porque golpea sus intereses. Nunca se debió aceptar la gira a territorio brasileño y argentino.
Es una burla hacia los rivales que un grupo se haga pasar por Selección Nacional.
Van a salir al campo con la playera de México, pero nada que ver con los que jugarán la próxima Copa del Mundo.
Los bien portados y afines a la Selección dirán que la gira sirve para ver jugadores que le puedan servir al entrenador de cara al Mundial; por favor, son tonterías.
Lo que menos se necesita ahora es ver futbolistas, eso era al inicio del proceso. Ahora, lo que se requiere es trabajar seriamente con los que Aguirre tiene contemplados para 2026.
Visitar al Internacional de Porto Alegre y al River Plate —bajo las condiciones antes mencionadas— no prepara a nadie, no sirve de gran cosa, no tiene repercusión alguna en los próximos mundialistas. Estorba, para acabar pronto.
Quedará simplemente como una anécdota el viaje de este inicio de 2025.
Lo que suceda tendrá esa arma de dos filos: Triunfos serán elogiados, derrotas serán castigadas, cuestionadas y tachadas como fracasos y ridículos.
@elmagazo