Mientras sus compañeros de preparatoria en el jugaban Nintendo en la comodidad de sus casas en Las Lomas de Chapultepec, Charlie se paraba por las tardes en el puente de Monte Líbano a vender bolsas de café a los automovilistas.

La crisis económica de 1994 le terminó de complicar la vida a su papá, quien se vio en problemas para pagar las colegiaturas.

Salvo por el uniforme de la escuela, la vida de Carlos González de Cosío se parecía muy poco a la de sus amigos.

Si quería ponerle gasolina al coche o ir con ellos al Sushi-Itto, él tenía que ingeniárselas para sacar dinero.

Su emprendimiento callejero empezó a tomar forma al poco tiempo de que entró a estudiar Derecho a la Universidad Anáhuac, cuando le ofrecieron proveer todo el café a las tres sucursales que entonces tenía la cadena Gino’s.

Tomaba clases de 7 a 9 de la mañana y de ahí corría a repartir pedidos, para regresar a la universidad de 3 a 9 pm.

Enseguida, se iba a preparar entregas del día siguiente y más tarde le daba mantenimiento a las máquinas de café que ya también vendía. Dormía tres horas.

A la mitad de la carrera, se cambió a la de chef y el dueño de Gino’s le ofreció trabajo como garrotero, luego de mesero y gerente.

Ahora, mientras sus amigos levantaban las copas a las 3 de la madrugada en el Bandasha, él negociaba precios y subastaba en la Central de Abasto.

En sus poquísimos ratos libres, encontró en el ejercicio una salida a los problemas que lo azoraban y una entrada a sí mismo.

“El ejercicio tiene la capacidad de alejarme del ruido y me hace entrar en conversación conmigo”, decía.

Sin embargo, en 2005, un coche que se pasó un alto lo atropelló en su bicicleta y le deshizo varias vértebras.

Estuvo seis meses inmóvil en cama y el doctor le prohibió volver a correr.

Después de su recuperación, de Gino’s lo invitaron a trabajar en Toks y después recibió una propuesta para mudarse a la Gran Manzana y encargarse de la cadena de suministro de Tacombi, empresa de la que ya es socio y que no se cansa de abrir taquerías y vender millones de tortillas en Estados Unidos.

El 2 de noviembre, Charlie correrá el Maratón de Nueva York, para recaudar fondos para la Tacombi Foundation y ayudar a dignificar la vida y trabajo de miles de mexicanos e inmigrantes de otras nacionalidades que se han ido a buscar la vida al país vecino.

Si quieres apoyar la causa, ve al Instagram de @decosio_in_nyc.

Estoy en todas las redescomo F.J. Koloffon

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