En política se muere de éxito.

El vértigo lleva al descuido, al olvido, a la petulancia. El escándalo llega y, cuando llega, demuele. Así está ocurriendo con Morena.

Los triunfos reiterados suelen embriagar colectivamente. Llega la hubris: la arrogancia con la que los dioses griegos castigaban al humano que se percibía más grande que ellos. Lo enloquecían hasta perderlo todo.

Felipe González se reeligió tres veces como presidente de España. Gobernó 14 años. Llegó un momento en que se creía invencible en las urnas por una razón: lo era. Pero los escándalos lo derrotaron. Llegaron las GAL (fuerzas especiales secretas que mataban terroristas) y luego una cadena sucesiva de revelaciones de corrupción.

Morena vive un proceso acelerado de descomposición y de hubris.

Andy, el hijo que se creyó pródigo, se dio una vida de sultán en Tokio. Firmó en su hotel una cuenta de 47 mil pesos y pagó 7,500 pesos diarios de habitación: casi el salario mínimo de un mes: lo que ganan 26 millones de personas ocupadas en México. Arrogante, mandó una carta que inflamó la indignación.

Su madrastra, esposa de Andrés Manuel López Obrador, se instala en un lujoso barrio de Madrid para luego, tras 3 días de escándalo, decir que siempre no: que estuvo en Palenque.

Son las dos figuras más cercanas al ex presidente.

Pero debajo de ellos hay una verdadera orgía de cinismo, exceso y sospecha de corrupción.

Yunes en Capri, con un vino de 44 mil pesos. Enrique Vázquez bailando en Ibiza. Monreal en Madrid. Sandra Anaya corriendo en la muralla china. Layda Sansores en Ámsterdam. Lady Dato protegido y su esposo Sergio Gutiérrez manejando con torpeza sin igual su escándalo y exhibiendo una fortuna grosera. El ex director de PEMEX y hoy director del INFONAVIT, involucrado en sobornos financiados por (pa’ variar) otro tabasqueño, preso en Estados Unidos, y obtener contratos en PEMEX.

Mario Delgado, Secretario de ¡Educación¡, desnudado desayunando en Lisboa y luego con propiedades fuera del alcance de su salario: en Reforma, en Valle de Bravo. En fin.

La senadora suplente de Oaxaca, Natalie Chávez, manejando borracha y diciendo que ellos pueden hacer lo que quieran.

El líder del Senado Adán Augusto López, vinculado a una red criminal que encabezaba su Secretario de Seguridad y de ahí los tumores que hacen metástasis en varios gobiernos estatales.

Todo esto, en apenas un mes.

Morena no logra salir de las arenas movedizas de su corrupción.

Ojo: la gente sabe. Entiende. Percibe. Si se atiende a las encuestas no pagadas, se verán tres fenómenos: 1) una tendencia de caída en la aprobación; 2) un incremento en el disgusto por la corrupción 3) una certeza de que algo grave ocurre en la relación del partido en el poder con el crimen organizado.

La presunta superioridad moral se está desplomando cada día.

Los costos siempre llegan. En política no hay derrotas eternas ni victorias permanentes.

Aunque el espejo de Edipo diga que si.

Porque en política, a menudo, se muere de éxito.

@fvázquezrig

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