Cada año, en el mes de noviembre, se conmemora el inicio del proceso conocido como Revolución Mexicana. Este fenómeno fue algo más trascendental que un simple movimiento armado convocado por Francisco I. Madero en el Plan de San Luis; si bien el objetivo principal era iniciar un levantamiento el 20 de noviembre para derrocar a Porfirio Díaz, algo que se lograría más tarde, en realidad se trató del inicio de un cambio mucho más profundo y complejo.
Toda clasificación es arbitraria, pero se pueden señalar varias etapas definidas como consecuencia de la Revolución. La primera es la etapa romántica, que inicia con la convocatoria del Plan de San Luis y concluye con la decena trágica; la segunda es la bélica, que inicia con la expedición del Plan de Guadalupe y concluye con la convocatoria del Congreso Constituyente; la tercera abarca el desarrollo jurídico con la expedición de la Constitución de 1917 y termina con el asesinato del Presidente Carranza; la cuarta es la de los caudillos, desde la asunción de Adolfo de la Huerta hasta la expulsión del país del general Calles y, por último, inicia la fase constructiva que va de ese momento, hasta la fecha incierta que cada uno quiera señalar.
En una situación de crisis como la que estamos viviendo, en donde el país y sus instituciones sufren un ataque permanente por parte de quienes deberían defenderlas; donde el orden jurídico es trastocado por grupos de poder que ejercen presión ilegítima y la ciudadanía vive un desconcierto permanente por el ambiente de incertidumbre en el que se desenvuelve, es el momento en el que debemos volver la vista hacia lo que significó la Revolución, los beneficios que trajo al país, así como el éxito de la conformación de un Estado nuevo que dio estabilidad durante prácticamente un siglo al país.
Hay que desentrañar y aprender de los elementos que permitieron a los mexicanos de hace un siglo salir adelante pese a las contingencias, convencidos de que hoy, como entonces, debemos luchar con todas nuestras fuerzas por restablecer un orden jurídico basado en la ley, el derecho, la justicia y, sobre todo, la paz social.
Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM

