Transparencia, eso es lo que exigimos a cualquier Gobierno, a cualquier Liga de futbol, a cualquier equipo, a cualquier jefe, amigo y a cualquier pareja... En el entendido de que nosotros estamos dispuestos a ser recíprocos y entregar transparencia.

El VAR llegó al futbol mundial y a las diferentes Ligas, no solamente para dar justicia a lo que sucede en un partido y sus decisiones polémicas, sino también para ofrecer transparencia en cada una de esas determinaciones que le dan rumbo a un resultado. Por alguna inexplicable razón, la Comisión de Árbitros de la FMF/Liga MX ha decidido dejar de operar, ya no con transparencia, sino con el mínimo de claridad ante las críticas y decisiones polémicas que se dieron durante el torneo. Todo inició en aquel partido de la Jornada 7 entre Toluca y Chivas, con un gol invalidado a Alan Pulido al inicio. Las líneas trazadas por el VAR, para determinar el fuera de juego, se hicieron de manera defectuosa y la salida de la Comisión fue culpar a la televisora. Por supuesto que la jefatura de los árbitros salió sumamente golpeada y, en lugar de pulir y depurar su sistema y gente, poco tiempo después se determinó dejar de compartir tanto los famosos vectores, como la comunicación entre el árbitro central y el VAR. Es decir, marcha atrás al ejercicio de transparencia que hoy se ha convertido en un escándalo tras el Tigres vs Necaxa.

Ante la inmediatez que vivimos, el rápido desplazamiento de una noticia o imagen sobre la anterior y ante la necesidad que tienen las redes sociales de aparecer y ocultar tendencias, nos hemos acostumbrado a digerir mentiras o esperar que la crisis pase de largo.

Los dos pisos de la llamada Cuarta Transformación han decidido erradicar la claridad de su Gobierno, al desaparecer órganos autónomos, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Datos Personales (INAI), enterrado oficialmente el 12 de mayo. Este Instituto ha sido reemplazado por Transparencia para el Pueblo, adscrito a la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, que será juez y parte de cada caso. Es decir, la información de las dependencias públicas ya no estará disponible a través de la Plataforma Nacional de Transparencia para cualquier ciudadano. Esa información la debe proporcionar una autoridad y —si se niega— no está obligada, como sí sucedía desde 2016, cuando se creó el INAI. Es decir, el Gobierno que prometió ser el más transparente, en 2018, se ha encargado de desaparecer la transparencia en México. El INAI, que se creó a partir de inconformidades de la oposición, hoy desaparece, a pesar de las inconformidades de la oposición. La transparencia existe únicamente a conveniencia de la autoridad, tanto en el Gobierno como en el futbol.

Nuestra Liga, nuestra Federación, nuestro arbitraje, nuestros dueños de equipos y nuestro futbol, han adoptado las prácticas autoritarias de un Gobierno que no quiere rendir cuentas, se incomoda con la transparencia y prefiere ser turbio, a sabiendas de que pronto el escándalo en turno será desplazado por uno nuevo.

Transparencia, a todos nos gusta que sean transparentes con nosotros. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos nosotros a ser transparentes con el mundo?

@felixatlante12 @felixunivision12

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