Chiapas, un estado con enorme riqueza cultural, valiosas tradiciones y un inmenso capital arqueológico y natural, pasó, desafortunadamente, de ser un paraíso turístico a un foco rojo de inseguridad y miedo a nivel nacional e internacional. Hace una semana, la Embajada de Estados Unidos en México emitió una alerta de viaje para toda la franja que separa Chiapas de Guatemala. En la entidad, tan solo los homicidios aumentaron 52% entre el primer trimestre de 2023 y 2024, mientras que el narcomenudeo creció casi en un 60% en el mismo periodo.
Diversos son los motivos y factores de riesgo que explican la crisis de inseguridad que se vive en Chiapas: además del histórico rezago que sitúa a la entidad desde hace más de una década como la más pobre del país, están el crecimiento expansivo y la pugna por el territorio de los dos grupos criminales con mayor presencia en México -el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cartel de Sinaloa (CS)-, y el persistente abandono por parte del Estado. La presencia de esos grupos ha afectado el tejido social y la salud mental de los pobladores de diversos municipios chiapanecos a lo largo de la frontera de más de 650 kilómetros. Además, el reclutamiento violento y forzoso por parte del CJNG ha ocasionado la huida de miles de jóvenes y niños para no ser llamados a sus filas. Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, en el último año más de 10 mil personas fueron obligadas a trasladarse a otros municipios ante la amenaza y agresividad de ese cártel.
La falta de estado de derecho, la debilidad operativa y la ausencia de estrategia de las fuerzas de seguridad, aunadas a la colusión de autoridades con los criminales, han dado lugar al miedo, la desconfianza y la creación de guardias comunitarias en algunas zonas del estado sureño. Recientemente, un retén formado por estos guardias retuvo a la candidata Sheinbaum, pidiéndole apoyo en caso de llegar a la presidencia. Los pobladores explican que, ante la ausencia del Estado, se vieron obligados a proteger sus comunidades de la ocupación criminal. Por su parte, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha descrito la situación como una guerra civil, y solicitan un alto a la persecución de grupos paramilitares que, aseguran, están apoyados por el Ejército.
Los informes de la Sedena filtrados por el Guacamaya leaks hace un par de años, identificaban ya la presencia del cártel Sinaloa y el CJNG en la zona, alertando sobre el potencial crecimiento de la violencia y la colusión de estos grupos con funcionarios estatales y municipales.
La violencia en Chiapas tiene aterrorizada a gran parte de su población, según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del INEGI, el 86.5% de las personas se sienten inseguras en Tapachula, y el 74.5% en Tuxtla.
La extorsión se ha vuelto habitual, tanto con el pago de derecho de piso a negocios, como con el cobro de paso a migrantes que transitan por el territorio, lo que ha afectado significativamente al turismo. Desde octubre del 2023, los pobladores de Frontera Corozal suspendieron las corridas turísticas a Yaxchilán por el cobro de piso y la presencia de armas largas por parte de lacandones que se unieron al crimen. Asimismo, las cuotas impuestas a los turistas en Bonampak aumentaron de 40 a 150 pesos por persona y mil pesos por vehículo.
El crimen ha encontrado distintos mecanismos y fachadas para entrar en el estado, algunos se hacen pasar por organizaciones de la sociedad civil, mientras otros presumen ser grupos defensores de migrantes, cuando en realidad son parte de la cadena de tráfico de seres humanos y lucran con las personas en movilidad.
La situación de Chiapas nos recuerda que debemos repensar la estrategia de seguridad con una visión integral. El despliegue de la Guardia Nacional no funciona por sí solo; requiere, además, investigación, inteligencia y la operación activa. Urge regresar la gobernabilidad y luchar contra la corrupción, al tiempo implementar políticas territoriales de prevención social del delito que sean capaces de reducir la base social del crimen. Asimismo, atender el tráfico de personas de manera más eficiente es necesario.