El primero de febrero próximo puede definir si se catapultan carreras o se hunden, y es que, tanto David Benavidez como David Morrell, arriesgan literalmente todo en una guerra, que bien se podría llamar: “La Guerra del Rey David”.
Independientemente de que los récords de los dos protagonistas son impresionantes, Benavidez (29-0 24 KO) Morrell (11-0 9KO), y el hecho de que en conjunto sumen un bestial 40-0 y 33 nocauts, lo que realmente hace llamativa esta gran pelea en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, es el odio deportivo que derraman estos púgiles, con el agregado de un profundo desprecio del uno por el otro, todo esto, literalmente obliga a los dos equipos a “salir a matarse”, y dejar en claro que lo que han venido vociferando con la boca, lo sostendrán con los pantalones, por no decir con los huevos.
El obligado y favorito sin duda alguna es Benavidez, por el récord, la lona recorrida y los rivales que ha enfrentado en el boxeo rentado, pero cuidado con Morrell, quien ha sido definido por el legendario Luis de Cubas, como uno de los mejores peleadores con los que ha trabajado en su toda su vida y miren que De Cubas ha colaborado con leyendas de la talla de Roberto Durán, entre otros, por lo cual, Morrell es muy peligroso para “El Monstruo mexicano”, mismo que por ningún motivo se puede confiar ni en lo físico, ni en lo mental.
El 15 de junio pasado Benavidez llegaba a las 175 libras proveniente de las 168 para enfrentar al ex monarca mundial Oleksandr Gvozdyk, y hay que decirlo, no lució como lo venía haciendo en los supermedianos, por su parte Morrelll se hizo presente por primera vez en los semipesados el 3 de agosto pasado ante Radivoje Kalajdzic, y tampoco lució muy bien que digamos al llegar de la anterior división.
Para mí, la clave de la victoria radica en la preparación física y la concentración de los dos equipos; boxeo tienen, pegada tienen, pero lo que, en mi opinión, hará la diferencia, será el con que seriedad y profesionalismo tomaron la pelea y como se prepararon rumbo al combate de sus vidas, pues este pleito en las 175 libras define el ir o no ir por el campeonato indiscutible de los semipesados ante el ganador de Beterbiev vs Bivol II, sí, ¡de este tamaño es esta pelea! ¡Todo o nada!
Benavidez llega con el interino del WBC, mientas que Morrell lo hace con el regular de la AMB, pero insisto, su meta son los cinturones grandes, esos que te hacen leyenda y me queda claro que estos chamacos buscan alcanzar la estatura de leyendas.
Pero al final la pregunta es: ¿Tanto Benavidez como Morrell están listos para ser leyendas? Ya lo descubriremos en el arranque de febrero en La Ciudad del Pecado.