El 9 de abril de 2016 y el 30 de marzo de 2024 marcaron un antes y un después para el boxeo mexicano, pues un chamaco de escasos recursos (originario de Mazatlán) conquistaba por primera vez para México el cetro de los supermedianos (2016), frente a Arthur Abraham y, por si fuera poco, ocho años después se convertía en el primer mexicano en coronarse en la división que limita en las 200 libras, los cruceros. Único título que le faltaba al boxeo tricolor.

México ha logrado tener al menos un campeón en las 17 divisiones actuales. Sí, este logro se lo debemos a Gilberto Zurdo Ramírez, un muy buen amigo mío.

Nunca olvidaré la charla que sostuve hace muchos años con Israel Magnífico Vázquez (a quien mando mis oraciones), en torno a la promesa mazatleca que en ese momento era el chamaco de Sinaloa. Comentamos que, sin duda, tenía futuro y además Ramírez caminaba de la mano de los Zápari y Top Rank, la combinación perfecta para llevarlo lejos en el complicado mundo del boxeo.

Con el pasar de los años, desafortunadamente se rompió la relación con los Zápari y Top Rank; sin embargo, Ramírez intentó con su círculo cercano ser su propio promotor y manager, pero no todo fue miel sobre hojuelas.

Recuerdo el 18 de diciembre de 2020 como si fuera ayer, pues —en medio de la pandemia— me tocó narrar para FITE, desde mi habitación en San Antonio, la pelea del Zurdo contra el Tigre Alfonso López, quien cayó noqueado por el de Mazatlán, en una velada de Zurdo Promotions, un día antes de Canelo vs Callum Smith, pelea en la que también trabajé.

Luego de dar tumbos intentando promoverse solo, llegó la enorme oportunidad de unir lazos con Óscar de la Hoya y Golden Boy Promotions. De ahí en adelante, la vida le volvió a sonreír al peleador de la tierra de las “pulmonías”. Sin duda, lo mejor para Ramírez Sánchez estaba por llegar.

Ya en la era Zurdo–Golden Boy se han dado grandes combates. Primero, contra dos cubanos: Sullivan Barrera y Yunieski González. Luego, Dominic Boesel; la dolorosa derrota ante Bivol (por el cetro AMB de las 175 libras); Joe Smith Jr. (peleón, en su llegada a los cruceros); Arsen Goulamirian (donde se coronaba en crucero) y recientemente la unificación en la pelea contra Chris Billam-Smith. Sin duda, De la Hoya y el Zurdo han hecho una gran mancuerna de éxitos y glorias.

Finalmente, expreso mi sentir acerca del poco reconocimiento que se le ha dado a Gilberto Ramírez, nuestro primer monarca de 168 y hasta 200 libras. Lo que ha conseguido es historia pura, sobre todo por un chamaco que no tenía ni para pagar los camiones para ir al gimnasio. Si bien, otros no reconocen tu grandeza, yo sí lo hago, pues fuiste y serás el primero en haberlo logrado. No me queda la menor duda de que algún día serás inmortal, mi Zurdo querido.

¡Gracias, como mexicano, y gracias, como amigo!

@ErnestoAmador

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