Yo me imagino –aunque dejo la luz apagada– una noche de pasión en la que, entre susurro y susurro, Jocelyn Sánchez le expresó a su novio prometido Jeff Bezos su deseo de volar al espacio. “Claro que sí, cariño. Invita a unas amigas”. ¡Regalazo! Qué suerte tener un futuro marido tan espléndido. Y así comenzó la saga del vuelo NS-35 de la compañía Blue Origin realizada el pasado día 14. Leí por allí que la “invitación” fue relativa porque algunas de las 6 participantes tuvieron que pagar por el honor, no obstante Gayle King -una conocida periodista- una productora de cine, una activista, una ingeniera de la NASA y Katy Perry (?) se unieron al plan. Alrededor de 300,000 dólares por persona, entre 8 y 15 toneladas la huella de carbono por pasajero, hagan cuentas no en dólares sino en carbono. La aventura duró 10 minutos con 21 segundos. Para justificar el gasto convirtieron el viaje en misión feminista y desde entonces no han parado las conspiraciones, comparaciones y problemas ya que se dice que la misión fue un simulacro, una maniobra de relaciones públicas mal ejecutada, un oso, etcétera, etcétera. La evidencia está en ciertas inconsistencias entre otros viajes y este, por ejemplo, el que la puerta se abriese para adentro y no para afuera, o que el pelo de las participantes no se parara por la falta de gravedad. Sea como fuere la Sra. Sánchez –quien también es piloto de helicóptero y fan de la cirugía plástica– ya tiene su entrada en Wikipedia como una de las dos primeras periodistas en volar al espacio, siendo la otra Gayle King, cuya credibilidad se ha ido rápidamente hacia abajo, en especial desde que se comparó con Alan Shepard -primer astronauta norteamericano.
Jeff Bezos no es solo dueño de Amazon y el Washington Post sino también fundador de Blue Origin, lo cual explica mucho. Esto no fue una misión espacial sino el viaje turístico #11 en la lista de esta empresa, la cual se dedica al turismo espacial suborbital, es decir, la nave alcanza 100 kms de altura o más, pero sin darle la vuelta completa a la Tierra. Los afortunados son turistas, no astronautas, y esta señora se lo tomó en serio. Uniformes, foto, conferencia de prensa antes y después; en la cápsula nada más que camaradería y selfies; Katy Perry cantando It’s a Wonderful World y besando el suelo –“la Tierra”– al volver. Se rumora que esta última no deja de darse de topes en la cabeza no por haber ido, sino por haber pensado que las imágenes tomadas dentro de la cápsula no serían compartidas por todos los medios, convirtiéndose así en material perfecto para memes. Pero Katy, ¿qué esperabas? Un infomercial para ir a medio darle la vuelta al planeta porque... para... Cada quién. Es un negocio y hay que vender.
Mientras tanto, Sunita Williams, la astronauta de a deveras quien estuvo atrapada en la Estación Espacial Internacional durante más de nueve meses, regresó a casa en Houston, Texas, sin necesidad de bombo o platillo. Allí la esperaban su marido y sus perros. La comandante Williams ha pasado más de 608 en el espacio y realizado 9 caminatas espaciales que suman 62 horas y 19 minutos, además de un número considerable de vuelos de prueba para NASA y Boing; estuvo con la marina de Estados Unidos en el Mediterráneo, Golfo Persa y el Mar Rojo, entre otros sitios, y ha acumulado más de 3,000 horas de vuelo en 30 aeronaves diferentes. Y ¿qué pasa? Al volver a la Tierra la gente se fija en las raíces de su pelo. ¡A volar!