Cuando el Estado mexicano se encargaba de las pensiones, los trabajadores se retiraban con el último salario. Argumentando que eso era insostenible, la corriente neoliberal impuso el injusto sistema de Afores. De ahí lo alentador de la intención del Presidente López Obrador de reformarlo para mejorar el nivel de las pensiones. La necesidad de reorientar el uso del ahorro para el retiro era perceptible ya hace más de 22 años cuando como diputado federal presenté una iniciativa en ese sentido la cual, pese a ir apoyada por otros 84 diputados, fue desechada en las comisiones dominadas por legisladores neoliberales. Entonces las Afores manejaban 460,000 millones de pesos y hoy en día administran en su favor ¡5 billones, 778,000 mil millones! Ha aumentado 12.5 veces.
Es un crimen de lesa Patria permitir que tan gigantesco caudal, supuestamente destinado al beneficio de la vulnerable población de pensionados, se maneje exclusivamente por instituciones financiera privadas con fuerte participación extranjera que incluso han puesto en peligro ese patrimonio al perder dinero en bolsas extranjeras con motivo de crisis como la de 2008.
La iniciativa, publicada en la Gaceta del Senado del 12 de octubre de 2001, enfrentaba la amenaza de privatizar el sector eléctrico alegando que se requería más inversión. Me permito compartirles unos cuantos fragmentos de la Exposición de Motivos.
“El Ejecutivo Federal ha venido planteando la necesidad de ampliar la infraestructura para la generación de energía eléctrica y ello ha dado lugar a que surjan preocupaciones en torno a la propiedad y el control por parte del Estado mexicano, como lo dispone nuestra Constitución, de las empresas encargadas de prestar este servicio público. Es factible aprovechar el ahorro interno generado en los Sistemas de Ahorro para el Retiro para invertirse en proyectos rentables, seguros y de largo plazo. El sector eléctrico reúne esas tres características y empleando adecuadamente los recursos, administrados y vigilados por las empresas privadas que los manejan en conjunción con el sector público, podría hacerse frente a las necesidades de inversión. Los sectores estratégicos de una economía representan un elemento de la soberanía nacional a la que no podemos permitir se le desprestigie como concepto pasado de moda en un mundo globalizado”
“Uno de los principales motivos para crear las Afores fue el de generar ahorro interno que debe ser el soporte de inversiones productivas que robustezcan la economía del país y no la de otras naciones.”
La propuesta no excluía totalmente la participación privada siempre sujetándola a las necesidades públicas. Hoy es posible retomar esa idea bajo el signo de un gobierno que ha recuperado la visión nacionalista. En el enfoque presidencial la posibilidad de participar en la administración de estos enormes recursos en beneficio de la sociedad y no solamente de intereses privados, podría lograrse mediante la inyección de recursos públicos para adquirir una parte mayoritaria del capital de cada Afore y dar al sistema participación estatal mayoritaria, como la aplicada con la adquisición de Iberdrola. Eso dejaría aún grandes utilidades a los grupos financieros que manejan las Afores pero dentro de un marco de utilidad social.
Magistrado en retiro y Constitucionalista. @DEduardoAndrade