En las tierras de Tlalpan, donde no se escucha mucho acerca de polémicas exposiciones, manifestaciones por falta de pagos o desmantelamiento de la infraestructura cultural, no porque no lo padezcan, sino porque parece que todo se mantiene más callado ahí, ciertas figuras recurrentes de esta sección se dieron cita para asistir a la muestra Caldo Tlalpeño, organizada por el gobierno tlalpense, que reunió a algunos artistas conocidos como Demian Flores, Damián Ortega y Francisco Castro Leñero. Y entre los artistas de la muestra colectiva destacaba Rodrigo Imaz, quien ha tenido un gran éxito con su obra en los últimos tiempos... Su pieza destacaba en la museografía: al inicio de todo y con vista a la calle, para que los transeúntes se asomen por la ventana del museo y vean su pintura de un vocho verde, con evocaciones ecológicas y proletarias. Nos aventuramos a la inauguración de la muestra, en donde presenciamos muchos abrazos entre artistas jóvenes de la exposición, a la que asistió Gabriela Osorio, la morenista alcaldesa de la demarcación, quien lucía muy contenta en su papel de impulsora de la cultura en Tlalpan luego de tres años de gobierno en que el panismo, en alianza con el PRI, “le dieron la espalda a la cultura”, según nos comentó el nuevo equipo de Cultura de Tlalpan, luego de preguntar sobre el estado del Museo de Historia de Tlalpan, el recinto que alberga la exitosa exposición. No nos dejaron de presumir las notables mejoras de este museo, que desde hace unos años necesitaba una buena manita de gato y que estuvo listo para este evento cultural, con nuevas luces puestas y una buena limpiadita para hacer lucir la inauguración de Caldo Tlalpeño, que contó con muy buena asistencia, con mezcales y calditos de Tlalpan patrocinados por una marca local reconocida y con un bailongo que se prolongó casi hasta las 9:30 de la noche. Para rematar, nos encontramos por ahí a la última directora del ya desaparecido Conahcyt, la doctora María Elena Álvarez-Buylla, quien se pasó la velada en las salas del recinto tomando fotos y admirando el arte producido al sur de la capital, además de, claro, echarle porras a su hija, la artista Jimena García. Ojalá tanto apoyo a la cultura se dé más seguido con más exhibiciones en más lugares de Tlalpan, porque la alcaldía sureña es una de las que encabeza los números rojos en delincuencia y pobreza y anda muy tirada en actividades culturales. ¿O será que esta era una ocasión muy especial para echar la casa por la ventana?
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