Ing Héctor González Reza
Coordinador del Comité de Normatividad CICM
En 2004 y después de años de preparación, la Comisión Federal de Electricidad CFE concluyó la elaboración del Proyecto Hidroeléctrico La Parota sobre el Río Papagayo en el estado de Guerrero. Se trata de la construcción de una presa para la generación de energía eléctrica oportuna y de calidad para el Corredor Turístico Pacífico Sur, aprovechando el potencial de dicho río – Escurrimiento Anual superior a los Cuatro Mil millones de metros cúbicos – mediante proyectos en cascada. Esta obra de infraestructura se proyectó para generar 900 Megawatts al año, lo que representaría un ahorro de Dos billones de barriles de combustóleo anualmente usando energía limpia y renovable.
La selección del sitio de la obra fue el resultado de rigurosos estudios de: Gran visión, prefactibilidad y factibilidad, técnicos (de Ingeniería Civil, Geológica, Eléctrica, Mecánica), económicos, ambientales y sociales.
Desde el punto de vista técnico el proyecto estaba listo. Solo faltaba obtener la aprobación en lo que compete a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales SEMARNAT, y la anuencia de los 20 núcleos agrarios (ejidos y comunidades) asentados en la zona.
Es así que para asegurar la sustentabilidad del proyecto, la CFE contrató con el Programa Universitario de Medio Ambiente de la UNAM la elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental MIA Modalidad Regional, documento que reunió los diagnósticos temáticos de los principales componentes socioambientales del área de estudio, participando varios institutos como los de Biología, Ecología y Geografía entre otros, y que como una de tantas acciones de mitigación al impacto ambiental del proyecto se incluyó un Programa de Compensación y Rehabilitación de Vegetación y recuperación de Fauna.
Desde un principio se dio a la parte Social la misma importancia que a sus contrapartes técnica y ambiental. La Presa tendría un embalse (superficie inundada) de más de 14 Mil Hectáreas y una capacidad para almacenar Siete Mil Millones de metros cúbicos de Agua, por lo que era y es un Proyecto Multipropósito, ya que además de la producción de electricidad y el abastecimiento de agua en bloque al municipio de Acapulco, la obra habría generado más de Cinco Mil empleos directos durante su período de construcción estimado en Cinco años, formando a una nueva generación de técnicos calificados en diversas áreas.
Fueron muchas las asambleas ejidales en las que se informó tanto de la utilidad del proyecto como de sus beneficios colaterales: Acuacultura, Pesca Deportiva y Veleo; apoyo para la reubicación y proyectos productivos; infraestructura básica, vivienda y obras como iglesias, puentes, tanques de almacenamiento y sistemas de agua potable, centros de salud, caminos, electrificación, riego agrícola y escuelas. Se tenían programados Mil Millones de Pesos para este rubro.
Todo lo anterior, dentro de un Plan de Desarrollo Integral del área de influencia del Proyecto Hidroeléctrico La Parota elaborado con el concurso de la Universidad Autónoma de Guerrero, el seguimiento de una Comisión Interinstitucional y la vigilancia de una Comisión Especial integrada por diputad@s del Congreso estatal. Pocos proyectos de infraestructura han tenido y merecido tanta atención del aspecto socioambiental.
Lamentablemente fue ahí, en las comunidades a beneficiar donde intereses ajenos pero insertados, promovieron una oposición al proyecto que a pesar de no ser mayoritaria se mantuvo férrea pretextando otras afectaciones y exigiendo demasiadas prebendas como suele suceder. El proyecto se canceló, por lo que ahora que candidat@s y equipos de asesor@s nos dicen que sí hay recursos pero lo que faltan son proyectos, pues para qué esperar más… ahí está el de La Parota.
