“Se los digo auténticamente: no me siento monarca, no me siento virrey, no soy señor feudal, soy un ciudadano mandatado por la población que tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir la ley, porque eso protesté el 14 de diciembre. Estimados medios de comunicación, tengan la plena certeza de que así como vigilamos, cuidamos y protegemos a los niños, a las mujeres, a las madres buscadoras con las que me he reunido tres veces, con ese mismo rigor defenderíamos el caso de cualquier acto que violentara el derecho a las libertades que ustedes tienen. En ningún caso hay prejuicio o hay algún acto de mi parte que quisiera limitar los derechos que ustedes tienen, he procurado tener camaradería con ustedes”.

Con este discurso, Alejandro Armenta, gobernador de Puebla con Morena, salió a justificar la ley censura que entró en vigor la semana pasada en el estado. El polémico artículo 480 del código penal que establece el delito de ciberasedio contra quien utilice las redes sociales para insultar a otra persona, con penas de 11 meses hasta 3 años de cárcel y una multa de más de 30 mil pesos, todo a interpretación de un juez de esos que se eligieron el pasado 1 de junio.

Organismos como la ONU, Amnistía Internacional y la Sociedad Interamericana de Prensa han criticado que se trata de una reforma de censura disfrazada para aplicar sobre cualquiera que incomode al régimen del virrey poblano.

Al gobernador tal vez le preocupa que sigan saliendo a la luz los casos de nepotismo en su administración. Primero fue su sobrina, Daniela Mier Bañuelos, hija del senador, también morenista, Ignacio Mier, a quien invitó personalmente a ser subsecretaria de Igualdad, aunque luego saltó al Congreso.

Después siguió su hijo, Alejandro Armenta Arellano, quien recibió un cargo honorífico como representante del gobernador en temas tecnológicos y ahora participa en una película animada financiada por el erario, donde la cantante Belinda la hará de voz principal, gracias a su cercanía con José Luis García Parra, coordinador de asesores del gobernador.

El nepotismo de Puebla no se limita al virrey, sino que crece a su círculo cercano. José Tomé, coordinador de comunicación social, nombró a su hija Vania como directora de promoción y difusión en el Sistema de Información y Comunicación.

Esto es lo que preocupa en Puebla, donde los medios de comunicación han sido asediados o comprados por el gobernador. La ley del garrote o el dinero. Donde los “influencers” que abogan por su autoritarismo trabajan para él, manejan galerías de arte con nombres que cambian a cada rato y arman exposiciones donde él mismo corta los listones.

El gobernador camina desnudo y tiene miedo de que la prensa lo retrate.

Stent:

Uno de los mejores negocios para lavar dinero es el arte. El valor es subjetivo y manipulable. Una pintura puede valer 5 mil pesos o 5 millones. Permite inflar o devaluar precios sin levantar sospechas en una actividad legal. Las compras y ventas pueden hacerse en efectivo, no hay obligación de reportar al cliente ni de verificar el origen del dinero.

claudio8ah@gmail.com

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