Desde la Segunda Guerra Mundial, no existían conflictos bélicos tan peligrosos que pusieran en riesgo la paz planetaria. La guerra en Ucrania con una ex Unión Soviética, reducida a una debilitada Rusia, cercada por una OTAN alineada con Estados Unidos, es una resurrección de la guerra fría y representa una amenaza nuclear para la humanidad.

El mundo ve conmovido el genocidio en Gaza, y a pesar de las manifestaciones en todo el mundo, el gobierno de Netanyahu desafía a la ONU. Los ataques en Cisjordania y el involucramiento de actores políticos, como Líbano e Irán, parecen preludio de un enfrentamiento con el mundo islámico. Así, vemos cómo la guerra alcanza una escala cada vez mayor. Y todo esto, ante la lucha económica, (que no es telón de fondo, sino protagonista) entre China y Estados Unidos.

Un grupo de periodistas latinoamericanos, de Chile, Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia, Colombia y México, estamos haciendo circular en nuestros países en redes sociales, un llamado por la paz en una carta a la que se pueden sumar los que compartan nuestras preocupaciones y esperanzas. Los periodistas que promovemos este texto tenemos distintas ideologías y preferencias políticas de izquierda, (tal vez porque el chileno que nos convocó lo es) somos profesores universitarios. Nuestra carta se puede localizar en y tiene el título de La tragedia que nos acecha.

La carta es un texto colectivo, por esa razón los compañeros Enrique Rajchenberg y Noemí Levy redactaron las líneas que se refieren a Palestina e Israel. Cuando comenzaron su protesta, se identificaron “como judíos de diferentes lugares del planeta” y se pronunciaron en contra de “la política de limpieza étnica, de masacre persistente de la población palestina instrumentada por los gobiernos de Israel”.

El 7 de noviembre pasado, estudiantes del Colegio de México, encabezados por el grupo Estudiantes contra el genocidio en Gaza, demandaron a la institución, que suspendiera su relación con la Universidad Hebrea de Jerusalén. Esta demanda fue aceptada y secundada por la comunidad de El Colegio de México.

La relación con la Universidad de Jerusalén se inició a partir de que Rosario Castellanos fue maestra en esa universidad y que la propia Rosario invitó a nuestro país, a Samuel Gordon ambos ya fallecidos. Sin embargo, sus conductas son previsibles. Rosario, mi maestra, fue seguidora de Sartre y, por lo tanto, de la literatura y las personas comprometidas. Con Samuel compartí una conferencia sobre César Vallejo, poeta primero populista (aprista) y luego del Partido Comunista. Gordon escribió una biografía y estudio sobre Carlos Pellicer, poeta que casualmente es el que inicia en la política a Andrés Manuel López Obrador.

En Excélsior, el 25 de noviembre, 300 intelectuales y políticos panistas, entre otros, Enrique Krauze, Jorge Castañeda, José Woldenberg, Fernando García Ramírez, Laura Emilia Pacheco Consuelo Sáizar y Margarita Zavala criticaron al Colegio de México. Su argumento es que la narrativa del Colegio es unilateral, que la esencia de la universidad es la diversidad de ideas y pensamiento. Este argumento abrió la puerta para que los estudiantes señalaran que la Universidad Hebrea de Jerusalén es asesora de la estrategia bélica en Gaza.

Sin comentarios, prefiero invitar a leer en línea el poema de Efraín Huerta: Hoy he dado mi firma por la paz.

Profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, e integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social (CACEPS).

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS