"Los toros han sido, son y serán cultura, no política"
CURRO ROMERO
"Me siento afortunado porque gracias al toro he descubierto muchos
enigmas sobre las personas"
VICTORINO MARTÍN
"En el ruedo, se pone la vida en juego pero eso sí, a cambio de más vida..."
JOSÉ TOMÁS
Muy pocas personas entenderán este título, queridas amigas, apreciados amigos, distinguidos lectores, irredentos taurinos.
El torilero es una figura muy importante en una plaza de toros, es por sobre infinidad de actividades dentro del día de la corrida, quien recibe la instrucción del matador en turno para abrir la puerta de los sustos por donde sale el animal.
Diálogo íntimo entre el torero y el torilero que apenas dura unos cuantos segundos y sin embargo puede parecer eterno, por las sensaciones que agrupa previo al inicio de la faena.
Florito es el torilero de la Plaza taurina más emblemática del mundo, Las Ventas en Madrid, España; ubicada en la calle de Alcalá.
Podría o no ser el mejor en su profesión, pero lo es y por mucho, sin menoscabo de varios personajes que he tenido el privilegio de tratar a lo largo de mi peregrinar por cientos de cosos en: México, España, Francia y Portugal.
En infinidad de ocasiones he citado en estas páginas, la primera vez que me enamore del toreo, que no fue en mi primera corrida.
De la primera no recuerdo absolutamente nada con escasos 22 meses de nacido en febrero de 1963 sentado en las piernas de mi santa Madre que embelesada vio torear a su admirado maestro Manuel Benítez "El Cordobés", en la añeja Plaza de toros "La Monumental de Playas de Tijuana", tomado de la mano de mi adorado Papá.
Por cierto, cuando realmente me "envenene" del toro fue 7 años después, el día 27 de abril de 1970 - día de mi cumpleaños - en la inauguración de la temporada taurina en el otro coso de mi tierra la plaza del boulevard bautizada como "El torero de Tijuana".
Ciertamente, durante varias décadas del siglo pasado en nuestro rincón de la patria se celebraban anualmente más de una docena de corridas divididas entre ambas plazas durante los meses de abril a septiembre.
Esa tarde en el cartel inaugural figuraban las nacientes figuras; los maestros Eloy Cavazos y Antonio Lomelí (ambos saldrían el siguiente año por la puerta grande de las Ventas), cerrando la terna "Curro" Leal, el que a la postre sería empresario de "La México" que tiene hasta la fecha el aforo más grande del mundo con cerca de 48 mil localidades, sin comparar para nada con los más de 22 mil lugares de la plaza madrileña y los 24 mil asientos de la de Playas.
Pues bien, entre la cornada que sufrió Toño, el rabo que cortó Eloy y el toro que se le fue vivo a "Curro", todo, absolutamente todo fue una verdadera cátedra sobre el toro y su fascinación.
Lo de la cogida a Lomelí y los máximos trofeos a Cavazos se explica por sí solo, lo que mis ojos de infante no acaban de captar y mucho menos entender, es porque de manera inesperada invadieron el ruedo una serie de animales, creo que conté unos 6 u 8 de color blanco la mayoría para envolver literalmente al toro ubicado en los medios y meterlo en manada hasta los corrales nuevamente.
Mi papá invariablemente dispuesto a dar lecciones, solo atinó a decir sin mayor detalle.... "Son los cabestros, gordo", en la próxima entrega explicaré con todo detalle a qué se refería, ahora que acabo de ver nuevamente a Florito y sus cabestros ejecutar su maestría en Las Ventas, en el ecuador de la Feria de San Isidro.
Continuará.
Añoranza:
Regularmente en las plazas de toros mexicanas, las acciones del torilero, mayoral, cabestrero y varias más ligadas a los encierros; las realizan distintas personas, en el caso de excepción de Florito, únicamente ejecuta la de cabestrero, reconocido como el mejor del mundo desde hace más de siete lustros, en LAS VENTAS, de Madrid.
Hasta siempre, buen fin.