En ese recuento de simulaciones brutales y normalizaciones bárbaras que es la realidad cotidiana en México, ahora sí nos volamos la barda.
En Ensenada, BC, y en Altamira y Tampico, Tamaulipas, a finales de marzo fueron decomisados 18 millones de litros de combustible contrabandeado desde Estados Unidos, introducido ilegalmente, sin pagar impuestos, a través de las aduanas mexicanas, y luego descargado por enormes buques-tanque a plena luz del día.
Repasemos lo ocurrido y, sobre todo, lo omitido:
Decomisamos lo inexistente. El gobierno de AMLO se cansó de decirnos que ya no había huachicol.
Las navieras tampoco se enteraron. Su carga es completamente ilegal y la documentación es falsa, pero le entran porque es negocio.
Militarizamos las aduanas para evitar la corrupción y resulta que, operadas y resguardadas por civiles o por militares, siguen siendo una cueva de ladrones impunes.
Las autoridades portuarias dijeron ¿y yo por qué? En el puerto de Tampico, que no cuenta con instalaciones para descargar combustibles, con mangueras improvisadas los buques llenaron pipas con el combustible contrabandeado.
Los dueños de las pipas ni en cuenta. ¿Qué carga llevamos hoy? Ah, pues el huachicol que cada tanto tiempo descargan aquí en el muelle, juntito a la administración portuaria y a la aduana.
Los propietarios de los predios donde se almacenó el huachicol, ni idea tenían a quién le habían rentado.
Las presidentas municipales de Ensenada y de Tampico, y el presidente municipal de Altamira, todos morenistas, reportaron sin novedad en el frente.
La gobernadora de Baja California, y el gobernador de Tamaulipas, también morenistas, tampoco se sobresaltaron, pues no ocurría nada nuevo, todo se desarrollaba en la normalidad.
Entendámonos: Bien por la presidenta y bien por Harfuch, que despliegan fuerzas contra el crimen organizado, y decomisan mercancía ilegal. En seis meses han hecho más que AMLO en seis años de ocultamiento.
Pero el punto crítico es: tras las investigaciones de la FGR, de la propia Secretaría de Seguridad, de agencias de inteligencia civiles y militares, ¿entre los detenidos habrá autoridades políticas del más alto nivel?
Los periodistas que hacen investigación se han topado con pared ante esta masiva operación de complicidad / encubrimiento / protección política. Preguntaron a compañías navieras, agencias aduanales, autoridades portuarias y aduanales, alcaldes, gobernadores, militares, navales, el propio Pemex: ¿quién está detrás de todo esto? ¿quién se beneficia de ese chorro de dinero ilegal? Las respuestas: no sé nada, no estoy al tanto, no es mi competencia. La ley del silencio, la ‘omertá’ a la mexicana.
El Estado mexicano se carcome a sí mismo, despojando de ingresos a la hacienda pública. A eso hemos llegado.
Y en Tamaulipas llueve sobre mojado. El 17 de abril, el presidente municipal de Matamoros (otro morenista más) fue detenido y privado de su visa por agentes estadounidenses, al tratar de cruzar a Brownsville, Texas.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que agencias de inteligencia estadounidenses lo monitoreaban hace meses por presuntos nexos con el Cártel del Golfo (https://shorturl.at/52saB), designado como organización terrorista extranjera por Washington.
Profesor asociado en el CIDE @Carlos_Tampico