México está a punto de escribir un capítulo más de su historia en la renovación del poder público, ya que nos encontramos en la cuenta regresiva, a unos cuantos días de la elección más grande que hayamos tenido.
El INE, luego de arduos meses de trabajo, se encuentra listo para atender a los más de 98 millones de personas electoras con posibilidades de ejercer su derecho a voto este 2 de junio.
De hecho, ya se registraron las primeras participaciones de la ciudadanía a través del voto a distancia para las personas con algún impedimento o discapacidad, el voto de las personas en prisión preventiva, y las y los mexicanos residentes en el extranjero que decidieron votar por la vía postal y por internet se encuentran en dicho proceso y tienen hasta el 2 de junio a las 18:00 horas (tiempo de la CDMX) para hacerlo.
Ahora nos toca el turno de participar activamente este domingo en las 170 mil 308 casillas que el INE estará instalando a lo largo y ancho del país, para las que fueron capacitadas más de 1 millón 500 mil funcionarias y funcionarias de casilla para recibir nuestro voto y verificar que cuente para los 20 mil 708 cargos de elección popular que estaremos eligiendo en todo el país y desde el extranjero este domingo.
Esperamos que la participación de la ciudadanía sea copiosa ya que el voto, que ejercemos de manera igualitaria para elegir al partido político, coalición, candidata o candidato de nuestra preferencia representa, no es sólo un ejercicio democrático, es además una obligación.
Votar tiene varias implicaciones. Constituye un refrendo a nuestras libertades y derechos consagrados tanto en la Constitución como en la legislación electoral.
Representa una oportunidad de conocer a quienes buscan el voto ciudadano, sus propuestas respecto a nuestras necesidades y su trayectoria.
Es un ejercicio de rendición de cuentas por parte de quienes buscan la reelección para que, con nuestro voto, ratifiquemos o sancionemos a una fuerza política o una persona candidata de acuerdo con lo que consideramos fue el resultado de su desempeño.
Participar con nuestro voto fortalece y legitima nuestra democracia y nuestro sistema electoral que, si bien es perfectible, les otorga a las y los ciudadanos el poder de decidir el rumbo de esta nación por los próximos años de acuerdo con el cargo o cargos de elección popular en disputa.
No obstante, el principal factor que, en el marco de este ejercicio democrático por el que se renueva el poder político puede irrumpir, trastocar o deslegitimar cualquier democracia es el abstencionismo.
De acuerdo con las últimas 5 elecciones presidenciales, la media de participación de la ciudadanía fue ligeramente superior al 65%, dicho de otro modo, el promedio de abstencionismo en las elecciones en las que se registra la mayor participación de las y los electores es del 35%.
En este periodo de 1994 a 2018, la primera alcanzó la participación más alta con el 77.2% en tanto que la que ha obtenido la menor participación fue la registrada en 2006 con un 58.6%.
El abstencionismo diluye y debilita todo el esfuerzo que muchas y muchos mexicanos han realizado por años para alcanzar la democracia que hoy tenemos, así con estas líneas les convocó a asistir a las urnas este domingo 2 de junio.
Que este domingo sea un referente de civilidad y participación para que la ciudadanía con el poder de su voto defina el rumbo de esta gran nación para los próximos años.
Tu decisión importa. ¡A votar!