Nos hacen ver que el acomodo de algunos personajes de Morena en el primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, fue leído como una manera de mostrar distancia con algunos morenistas que han generado polémica en los últimos tiempos. Llamó la atención que Andy López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, no figurara en las primeras filas del evento. A diferencia de otros dirigentes partidistas y gobernadores, Andy fue ubicado hasta la quinta fila. Otro que tampoco apareció en zona de privilegio fue el senador Adán Augusto López, una de las figuras más polémicas dentro del partido guinda. Su ausencia en el círculo más cercano de la mandataria se interpretó como una señal de la distancia que se ha ido marcando con algunos liderazgos del partido. Los asientos designados dijeron mucho, nos señalan algunos de los asistentes.

La UNAM está de regreso en los actos presidenciales

A propósito de los lugares en el informe, nos señalan que en este gobierno está de regreso la práctica de invitar a actos presidenciales en Palacio Nacional al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El rector Leonardo Lomelí fue uno de los convocados al informe de la presidenta Sheinbaum y le fue asignado un lugar en la misma zona de los nuevos ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este tipo de cortesías, nos comentan, dan cuenta de una nueva relación y comunicación entre la Presidencia y la máxima casa de estudios tras la ruptura que hubo en el gobierno pasado, donde la universidad fue tachada de haberse aburguesado y que había girado a la derecha. Buena noticia esta nueva actitud.

¿Durará la tregua en San Lázaro?

Pese a que el estira y afloja para definir quién presidirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados duró dos días completos, este lunes hubo una breve tregua, en la que los grupos parlamentarios dejaron de lado las negociaciones de ese tema, para permitir que la entrega del primer informe de gobierno de Claudia Sheinbaum en San Lázaro, que estuvo a cargo de la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, se llevara a cabo de manera tersa. Dicha tregua, que no fue pactada sino de facto, permitió que el acto protocolario concluyera sin contratiempos. Ahora se verá si una vez pasada la entrega del informe se mantiene la tregua y se destraban las negociaciones para que una o un panista acceda a la presidencia de la Cámara.

“Alito” no quiere subirse de nuevo al ring

Nos dicen que hay algunas señales de que Alejandro Moreno no va a concretar —por ahora— su amago de expulsar del PRI a Dulce María Sauri, una de sus principales detractoras y críticas de su reelección como presidente del partido. Nos comentan que don “Alito” Moreno incluyó a la exgobernadora de Yucatán en la convocatoria a la sesión del Consejo Político que se realizó la semana pasada, lo que se interpretó como un guiño. Nos hacen ver que se desconoce si el proceso de expulsión de Sauri y otros expresidentes priistas como Manlio Fabio Beltrones está congelado o simplemente se le puso pausa, luego de que el también exdirigente del tricolor Enrique Ochoa ganó en tribunales su reinstalación como militante. ¿Será que “Alito” está cansado luego de su pelea con Noroña y por ahora no quiere pleito con los priistas?

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