Por segunda ocasión, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que el imponer aranceles de 25 por ciento a los productos de origen mexicano que ingresan al mercado de su país, es un castigo debido a que existe una “relación intolerable" entre las organizaciones dedicadas al tráfico de droga y el gobierno de México que les “ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses".
Las autoridades mexicanas han calificado estas declaraciones como ofensivas, difamatorias y sin sustento”.
Nos hacen ver que ha llegado el momento de que el presidente Trump presente pruebas contundentes de sus dichos, pues la medida que ha tomado afecta a millones de mexicanos y estadounidenses.
Una determinación de este calado, nos dicen, debe de tener bases sólidas y comprobables, pues de lo contrario puede generar un desastre peor que el que se dice busca combatir.
Es hora de probar los dichos y las acusaciones.