Buena lección la que esta mañana dio la presidenta Claudia Sheinbaum, al decir que se debe investigar el caso del uso de las instalaciones del Museo Nacional de Arte para celebrar la boda de Martín Borrego Llorente, quien el día de la celebración, en octubre pasado, era jefe de la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y quien esta mañana presentó su renuncia a la Semarnat donde trabajaba bajo las órdenes de la excanciller, y hoy secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena.
A diferencia de otros funcionarios que intentaron negar la realización de la boda y se desmarcaron, la Presidenta fue clara y dijo que el caso se debe investigar y, además, advirtió a los miembros de su gobierno que “no deben usarse espacios públicos para ninguna conmemoración, celebración o actividad. Evidentemente hay actividades de Relaciones Exteriores y de otras secretarías que tienen que ver con reuniones protocolarias que se realizan, pero no fiestas”.
La mandataria dijo que desde el inicio de su gobierno envió una carta a los servidores públicos en la que les pide predicar con el ejemplo de un gobierno honesto y austero. “Su comportamiento y desempeño debe evitar las malas prácticas propias del régimen que hemos superado, sin influyentismo, nepotismo, sin corrupción ni impunidad”, dijo.
Sin embargo, nos hacen ver que quizá algunos de los funcionarios de su gobierno no leyeron la carta, pues bastaría con visitar los estacionamientos de algunas secretarías de Estado para ver que varios miembros del gobierno, a diferencia de ella que se mueve en la ciudad en un auto compacto, han regresado a los camionetones y al irrespeto de las señales de tránsito.
La nueva Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, y su titular, Raquel Buenrostro, tendría que asegurarse de que todos los funcionarios cumplan con la expresado por la Presidenta en su carta, antes de que pasen del uso las camionetas, a los helicópteros y aviones privados de amigos, y que argumentan que los usan para emergencias y que no dejarán de hacerlo porque no se utilizan recursos públicos para pagarlos.
