Usted recordará que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador creó un órgano de seguridad que fue semillero de funcionarios de alto nivel.
Se trata de la Ayudantía Presidencial, cuyos integrantes, la mayoría jóvenes con estudios universitarios, pasaban de abrir paso a la camioneta presidencial, recibir peticiones, a desempeñar puestos del más alto nivel en el gobierno federal.
Este semillero, nos dicen, sigue dando frutos, y ejemplo de ello es el caso de Diego Hernández, uno de los fundadores de este cuerpo de apoyo en el sexenio pasado, quien es ahora el superdelegado de programas sociales en la CDMX, cargo que heredó de Estefany Correa García, quien también fue integrante de la Ayudantía.
Las semillas siguen floreciendo.
grg