Por JUAN L. KAYE LOPEZ
El 3 de agosto de este año, las lluvias en la Zona Metropolitana provocaron una nueva inundación que lleva más de un mes, en el Municipio de Valle de Chalco-Solidaridad, ubicado al oriente del Estado de México.
Esta comunidad, de origen rural, es un asentamiento resultado de un error monumental del Gobierno Federal durante la administración del presidente Salinas de Gortari , en que la plaza de cobro (caseta de peaje), cambio de ubicación ante la presión social que ejercían quienes habiéndose asentado irregularmente en esos terrenos, impulsaron ante la Legislatura del Estado de México y ante el Congreso de la Unión, un punto de acuerdo mediante el cual se exhortaba a la Secretaria de Comunicaciones y Transportes a cambiar la ubicación de la caseta original sobre la autopista México-Puebla (que era ya una barrera de contención al crecimiento urbano) , aduciendo la escasa capacidad de pago de quienes habitaban esos asentamientos para los que resultaba muy injusto cubrir una cuota o peaje para acceder a sus precarias viviendas.
Así, el cambio de ubicación de la plaza de cobro, aunado al entusiasmo que despertó la visita del Pontífice Juan Pablo II en 1991 a oficiar una misa precisamente en Chalco, donde se congregaron poco más de 2 millones de personas, provocaron que el gobierno federal con el acompañamiento estatal, hicieran a gran velocidad obras de drenaje para prever que en caso de lluvias el sitio donde se construiría la capilla para ese evento estuviera sujeto a inundaciones y pusiera en grave riesgo tanto al Papa como a su comitiva y feligreses ahí reunidos.
Por supuesto, esas primeras obras buscaban canalizar las aguas pluviales y negras al Canal de la Compañía en el Municipio de Ixtapaluca, obra hidráulica muy necesaria debido a que por decreto de Porfirio Diaz (1894), se permitió desecar el lago de Chalco que estaba a unos metros por arriba del de Texcoco y que corre desde el extinto lago de Chalco que opera integrándose a la red de canales de Texcoco y llega hasta la laguna de Zumpango al norte del Edo de México, a través del gran canal del desagüe.
A lo largo de este siglo, el Canal ha vivido una historia de deterioro gradual y de constantes denuncias por su abandono. En el año 2000, en junio una ruptura en sus paredes ocasionó inundaciones sin precedentes en Chimalhuacán, miles de viviendas afectadas y la propagación de enfermedades por tratarse de aguas con altos niveles de contaminación. Esta situación se repitió durante los años 2010, 2011 y 2020. El 2 de noviembre del año pasado la caída de un puente peatonal a la altura de Nezahualcóyotl, carente de mantenimiento provoco que 13 personas cayeran a sus aguas y sufrieran graves heridas.
¿Qué provocó esta inundación que hizo crisis el 3 de agosto?
Varios factores fueron la causa, ninguno de ellos es nuevo:
- Las intensas lluvias en un Municipio cuyo suelo es fondo de lago, cuya condición de baja permeabilidad favorece encharcamientos e inundaciones.
- La falta de educación cívica que provoca grandes cantidades de basura en las calles que impiden la salida del agua con destino a la red de drenaje, baste señalar que en los trabajos de desazolve realizados recientemente se extrajeron 500 toneladas de basura que obstruyen la red de colectores de aguas negras y pluviales
- Esa basura es también una constante en el canal de la Compañía, su acumulación ante la falta de trabajos de desazolve y limpieza favoreció su desbordamiento y las consecuencias están hoy a la vista:
- 200 mil habitantes afectados
- Miles de viviendas dañadas, con mucho de su mobiliario y enseres perdido
- Escuelas cerradas en todo el Municipio con miles de niños sin acceso a educación
- Aguas negras pestilentes favorecen una grave afectación sanitaria
- Escaso suministro de agua potable
- La movilidad totalmente paralizada
- Desvío de recursos y falta de oficio de los responsables de los organismos operadores de agua para llevar a cabo actividades que garanticen la conservación en estado optimo de las redes pluviales y sanitarias, cuyo mantenimiento y desazolve se debe llevar a cabo de forma constante.
Concluyo
Una zona urbana, sumida en la catástrofe, con daños materiales aun no calculados y donde sus habitantes lo han perdido todo y las autoridades, aunque vayan al sitio están totalmente rebasadas, por increíble que parezca, no cuentan con un plan de atención a largo plazo.