Por MCS Ana Bertha Pérez Lizaur NC; Académica, Investigadora y Presidenta del Comité de Evaluación del Premio Alsea

Latinoamérica se encuentra en una encrucijada muy importante en el combate a la inseguridad alimentaria. En la región persisten retos importantes a nivel económico y social que afectan principalmente a las comunidades más vulnerables.

El Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2024 de las Naciones Unidas señala que actualmente la inseguridad alimentaria grave afecta a 58.1 millones de personas en Latinoamérica, un número que equivale al 8.7% de la población total de la región.

Si bien esta cifra representa un avance frente a la situación en la que nos encontrábamos hace unos años, el progreso es marginal y pone de manifiesto la necesidad de respuestas estructurales que atiendan los retos de nutrición y acceso a los alimentos que actualmente enfrentamos.

La respuesta a esta problemática requiere de iniciativas que articulen los esfuerzos de múltiples sectores, para garantizar que la implementación de políticas públicas en la materia se realice desde una perspectiva que atienda las causas y no solo los síntomas.

En este camino, el papel de la academia es fundamental. El carácter riguroso de la investigación científica permite estudiar la inseguridad alimentaria desde diferentes perspectivas que toman en cuenta las múltiples dimensiones culturales, geográficas y socioeconómicas del tema.

Esta perspectiva contribuye a la creación de proyectos que son sostenibles en el tiempo, pero que a menudo no cuentan con los recursos suficientes para concretar su visión y planes.

Tengo el gusto de ser parte de un proyecto que funciona precisamente como un catalizador de alianzas y trabajo colaborativo entre actores de diversos sectores, que unen conocimientos, capacidades y recursos para contribuir en la seguridad alimentaria de la mano del sector académico.

El Premio Alsea, iniciativa promovida por Fundación Alsea, A.C. que este 2025 presenta su cuarta edición, se ha dedicado a impulsar y promover proyectos de investigación innovadores en materia de nutrición y alimentación alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que contribuyan precisamente a desarrollar políticas públicas viables y con la capacidad de ser exitosas a largo plazo.

A partir de las ediciones anteriores del Premio, hoy están en marcha tres proyectos ganadores que contribuyen a mejorar el panorama actual: una estrategia para promover la alimentación correcta y por tanto con una mayor concentración de nutrimentos en Yucatán a través mejorar el consumo de la amplia diversidad agroalimentaria de la península; un plan para desarrollar complementos alimenticios que reduzcan el desperdicio de alimentos en Colombia; así como el análisis con Inteligencia Artificial de las variables que impactan la seguridad alimentaria de poblaciones vulnerables en varios países de Latinoamérica.

Combatir la inseguridad alimentaria es posible cuando la colaboración intersectorial y las políticas públicas convergen hacia un objetivo común, que genera múltiples beneficios para todas las partes involucradas y resultados tangibles para las comunidades vulnerables.

Si te interesa conocer más del Premio visita la siguiente página, la convocatoria para registrar los proyectos cierra el 27 de junio:

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