Por NATHANIEL PARISH FLANNERY

Tuve la oportunidad de ver el problema del robo de camiones de carga cuando acompañé a un chofer mientras hacía una entrega, manejando en una autopista en la periferia de la Ciudad de México. La capital mexicana ha experimentado un boom en la inversión extranjera en los últimos años, pero dentro del sector logístico es conocido por ser el epicentro de la tendencia de cargo truck hijacking [robo violento de camión de carga] en México. La mayoría de los robos de carga ocurren en las autopistas que vinculan la capital con los estados de Puebla y el Estado de México y también en estados cercanos como Jalisco, Guanajuato y Michoacán. El chofer, que se llama Nacho, manejaba con precaución, acelerando con el ritmo del tráfico, pero observando siempre por señales de peligro, como camionetas sin placas. Nacho me dijo que ya había visto demasiados videos de hombres encapuchados apuntando pistolas y rifles para obligar a camioneros a parar y bajar de sus vehículos. Conoce compañeros que fueron asesinados durante robos. Me dijo que piensa que diariamente hay dos asaltos violentos a camiones de carga en ese pedazo de carretera. Explicó que, aunque aún no le ha tocado vivir la violencia directamente, hace unos días un amigo suyo fue interceptado por unos criminales armados. “Lo bajaron de la unidad y lo [secuestraron] por unas horas,” me dijo.

En algunas zonas remotas, las autopistas mexicanas ya están bajo el control de criminales.

“Hay muchas casetas falsas. Tienes que parar. Te preguntan que carga traes y a dónde vas. Tienen ropa militar, armas largas. Pero no son policías, son criminales,” me explicó.

Según el análisis de BSI Consulting, una empresa estadounidense de inteligencia logística, México ya es considerado como el epicentro mundial de cargo truck hijacking. No hay ningún otro país en el mundo en que estos asaltos violentos sean tan comunes.

Hubo más de 24,000 asaltos a camiones de carga en México en 2024, lo que significa que más de 65 camiones son robados diariamente en las vías de tránsito en el territorio nacional.

Recientemente hablé con la periodista Maya Averbuch que investigó este tema y ha publicado un artículo en Bloomberg al respecto.

Durante una entrevista en el Modern Mexico Podcast, me dijo, “hay robo de aparatos electrónicos, zapatos, tequila, medicinas, teléfonos, todo tipo de mercancía que puede terminar en venta en el mercado negro.”

Según las estadísticas de la empresa Overhaul, los peores focos rojos del problema en 2025 han sido Puebla y Estado de México.

“Este problema [de robos de camiones de carga] afecta a todo tipo de empresa en el centro de México en las áreas alrededor de la Ciudad de México. La Ciudad de México es un hub de comercio. Hay tantas autopistas. Se volvió una zona de alto riesgo [para robos],” Averbuch explicó.

Parte del problema tiene su raíz en la fragmentación de los grupos criminales en la zona metropolitana de la capital mexicana.

Pero otro aspecto es la ausencia de capacidad policiaca.

Aunque las autoridades recuperan algunos camiones robados después de encontrarlos abandonados, los robos, secuestros, y homicidios de choferes de camiones de carga, como casi todo tipo de crimen violento en México, no son castigados. Hay células de pistoleros en diferentes estados que roban con total impunidad.

La presidenta Claudia Sheinbaum había hecho una promesa a los camioneros de utilizar las investigaciones e inteligencia para enfrentar el problema de inseguridad en las carreteras. Pero, en su tiempo al frente del gobierno de México, hasta ahora ha enfocado la mayoría de su esfuerzo en el ámbito de la seguridad para enfrentar la ola narcoviolencia en estados como Sinaloa y Michoacán.

El gobierno de Sheinbaum sigue promoviendo la inversión extranjera directa, pero no ha lanzado una estrategia integral para enfrentar el problema de cargo truck hijacking.

En los últimos años empresas como Amazon, Wal-Mart, Philip Morris, Pepsi, Coca-Cola, y GM han sido víctimas de crímenes en las autopistas en México.

Sin contar con una respuesta por parte del gobierno mexicano, las empresas privadas en México buscan soluciones como invertir en rastreadores de GPS para sus camiones, pagar pólizas de seguro para su carga que incluyen cláusulas para pérdidas por robo, y contratar agentes de seguridad privada. Pero, aun así, los robos continúan.

El 31 de octubre un chofer fue asesinado dentro de su camión en un presunto robo en la autopista México-Puebla.

“Las empresas que han estado aquí por mucho tiempo saben que [los robos son] parte de hacer negocios [en México],” finalizó Averbuch.

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