Héctor Zagal
Una vez más se cumplió el dicho de los vaticanistas: “El que entra como Papa al cónclave, sale como cardenal”. El cardenal Robert Prevost no aparecía en la lista de los más papables, aunque ahora muchos intenten explicar por qué era lógico que fuera elegido.
¿Por qué es importante el Papa?
El Papa es la cabeza de la Iglesia Católica y, para los fieles, el representante de Cristo en la tierra. Esta es una cuestión de fe que convierte al pontífice en una figura de enorme responsabilidad moral y espiritual. A lo largo de la historia, la Iglesia ha tenido Papas virtuosos y ejemplares, pero también otros que fueron cínicos, codiciosos y crueles. La gente espera del Papa mucho más de lo que se espera de un político.
El Papa también es jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, un pequeño país con finanzas ajustadas, pero una amplia red diplomática que goza de prestigio internacional. Además, es una figura influyente a nivel global, cuya voz resuena entre católicos y no católicos. Alguien ha dicho medio en broma medio en serio, que el Papa es un influencer con solideo.
El perfil del nuevo Papa
Robert Prevost nació en Chicago, una ciudad con fuerte tradición migrante, especialmente mexicana. Desciende de franceses y españoles asentados en Luisiana desde el siglo XIX. Estudió matemáticas en la universidad y se doctoró en derecho canónico en Roma. Como religioso agustino, a diferencia de los sacerdotes diocesanos, tiene voto de pobreza, lo que refleja su compromiso con los más desfavorecidos.
Prevost fue obispo de Chiclayo, Perú, una ciudad que, aunque no es de las más pobres del país, tampoco es muy rica. Esta experiencia le otorga sensibilidad hacia América Latina, la región con más católicos del mundo. Su dominio del español y su nacionalidad peruana fortalecen su vínculo con la comunidad hispanoamericana.
Los retos del nuevo pontífice
1. Relación con Trump: Se prevé una relación tensa, pues Trump podría intentar usar al Papa como símbolo de la grandeza americana. Sin embargo, es probable que León XIV marque distancia, lo que podría generar fricciones.
2. Escándalos de abusos sexuales: Han circulado rumores que acusan a Prevost de no haber actuado con diligencia ante casos de abusos contra menores de edad en Perú y Estados Unidos. Es fundamental que el equipo de comunicación del Papa hable de este tema con claridad y prontitud.
3. Reformas financieras: Francisco inició la reforma de las finanzas vaticanas buscando transparencia y austeridad. León XIV deberá continuar esta tarea enfrentando resistencias internas.
4. Comunicación propia: León XIV necesita definir su estilo de comunicación, un estilo propio, aunque, inevitablemente, la gente lo comparará con Francisco. Por lo pronto, la elección del nombre de León es elocuente; en el siglo XIX, León XIII fue el Papa que defendió a los obreros frente a los abusos del capitalismo voraz.
5. Espiritualidad frente a la modernidad: Debe enfatizar el carácter sobrenatural de la Iglesia, evitando que sea vista solo como una ONG. Al mismo tiempo, necesita dialogar con el mundo moderno, marcado por la inteligencia artificial y el entorno digital.
6. Mensaje de esperanza: En un contexto global marcado por el pesimismo y la violencia, el Papa debe ofrecer un mensaje que inspire y devuelva la esperanza.
Se prevé un papado largo. En un mundo lleno de líderes disruptivos, León XIV enfrenta un enorme reto. Sus mejores aliados serán su fe en Dios y las oraciones de los católicos.
Profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana