El gobierno de la todavía economía más poderosa del mundo, no pudo pagar los servicios públicos y se vio obligado el 1º de octubre del año en curso, por veintiunava ocasión a cerrar diversas actividades ¿Qué sería si el país fuera más pobre como cualquier otro? 2025 terminará con un déficit estimado de -1,775 mil millones de dólares, ello a pesar de haber reducido el déficit por 41 mil millones de dólares en relación al año pasado y del ingreso extra de 118 mil millones por el cobro de aranceles. Para 2025, el ingreso público estimado, será 17.1% en proporción al PIB, en tanto el gasto alcanzará 23.3% del PIB, lo cual arrojará un déficit de 6.2% del PIB. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) prevé que de 2025 a 2055, el gasto federal aumentará del 23,3% al 26,6% del PIB, en tanto el ingreso sólo pasará del 17,1% al 19,3%, del PIB, por lo que, en los mismos años, del 2025 al 2055, el déficit aumentará del 6.2% al 7.3% del PIB. Es decir, el aumento del déficit y de la deuda del gobierno no tiene solución; el déficit y la deuda continuarán aumentando al igual que se repetirán los recortes y el cierre del presupuesto. El recorte no afectó a ciertos sectores como los miembros activos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Costera, a agentes federales del orden público, algunas agencias como el Servicio de Impuestos Internos (IRS), pero si se redujeron las compensaciones de empleados federales programadas más allá del período de cierre. Además de retrasar el gasto federal, el cierre del gobierno reducirá el crecimiento del país más allá de lo que habría sido sin el cierre. La CBO estima que después del cierre, a pesar de recuperarse la mayor parte de las actividades del gobierno, en el último trimestre del año, el PIB tendrá una caída de entre 1 y 2 puntos porcentuales lo que representará una pérdida real entre 7.000 y 14.000 millones de dólares. La Partnership for Public Service estima la suspensión temporal de novecientos mil trabajadores federales, mientras otros setecientos mil adicionales trabajan sin recibir pago; ello implica menos contribuyentes y menor ingreso para el gobierno, a la vez que más gasto al aumentar el pago de seguro de desempleo y de asistencia social.

El gobierno no tiene mucho margen de maniobra, poco más del 70% de su gasto total se distribuye entre seguridad social 20.9%, intereses de la deuda pública 13,2%, medicina 13%, salud 13%, defensa nacional 12.5% y otros. Casi la mitad del gasto total está comprometido entre el gasto en salud, medicina y la seguridad social. El sistema de salud estadounidense es el más caro entre los países más ricos, aunque los resultados sanitarios no son mejores y, en algunos casos, son peores, como es en áreas como la esperanza de vida, la mortalidad infantil, el asma y la diabetes, entre otras. El envejecimiento de la población es otro problema del sistema de seguridad, que además de la asistencia, eleva los gastos de atención médica. La generación del baby boom ya está en edad de retiro, las personas viven más años, en promedio, por lo que aumentan los años de jubilación. Ello incrementará el número de personas que reciben apoyo de programas dirigidos a los adultos mayores. La CBO estima que de 2025 al 2055, el gasto en salud, como Medicare y Medicaid, aumentará del 5,8 % al 8,1% del PIB.

Mayor al problema de la seguridad y salud es el de los interese de la deuda. Hasta 1980, el pago de intereses de la deuda se mantenía por debajo del 9% del gasto total del gobierno, pero dicho pago aumentó al elevarse la diferencia entre la tasa de interés y la inflación, absorbiendo el gobierno dicha discrepancia. En el presente año, el pago de intereses abarca 13.2% del gasto total. El Reporte Económico del Presidente, estima en 2025, un pago de intereses de 984 millones de dólares, 11.6% mayor al del año pasado y a medida que crece la deuda del Estado para pagar su déficit, mayores serán los intereses que deberá pagar, convirtiéndose en un “círculo perverso”. Se contrata deuda para pagar el déficit público, ello eleva el pago de intereses, lo que vuelve a elevar el déficit, que lleva a contratar nueva deuda y así el problema se hace interminable, obligando al gobierno a destinar cada vez mayor parte de su gasto al pago de intereses a costa de reducirlo en otros renglones.

Parte del déficit público se debe al ineficiente e injusto sistema tributario plagado de exenciones fiscales. En 2024, dichas exenciones fueron de casi 1,9 billones de dólares. Con una base fiscal más equitativa y eficiente, el país tendría más recursos, habría mayor confianza de consumidores y empresas, y una red de seguridad social mucho más robusta. El error de los Estados Unidos es promover un sistema que privilegia casi exclusivamente el aumento de la tasa de interés, en lugar de dirigir la economía hacia la promoción de la inversión y la satisfacción de las necesidades sociales como alimentación, seguridad y mayor ingreso de la población. Dicho sistema no permite la reproducción de la economía en la que las utilidades deberían de reinvertirse en mayor producción de bienes y servicios, sino por el contrario, el aumento de los intereses simplemente extrae riqueza de la sociedad sin regresarla como reinversión al sistema. Los Estados Unidos tienen la mayor deuda de su historia, a la vez que padecen uno de los crecimientos económicos mas lentos de su historia. No es posible que el pago de intereses que beneficia sólo al sector financiero y a especuladores de todo el mundo, paralice por completo al país cuando el objetivo principal debería de ser promover el desarrollo. El sistema tributario debe de ser modificado a fin de garantizar mayor crecimiento y reducir el peso del pago de intereses. México debería de considerar muy en serio el ejemplo de los Estados Unidos por el colapso financiero que el país ya vive al seguir exactamente el mismo camino que el vecino país del norte. Al respecto, es muy válido el refrán de “al ver las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. México debe reducir la tasa de interés al nivel de países como Europa o los mismos Estados Unidos, a la vez que buscar otra fuente de financiamiento diferente a la venta de bonos como podría ser con el Banco de México. De continuar con la misma política de elevadas tasas de interés, el gobierno caerá en bancarrota financiera como los Estados Unidos. En México la tasa de interés recientemente se redujo al 7%, en tanto en Norteamérica es del 4%, y al igual que ese país, cada vez mayor parte del presupuesto público se destina al pago de intereses a costa de reducir el gasto en áreas vitales como salud, educación y otros. En México, la falta de pago de intereses de la deuda no obliga al cierre de actividades del gobierno como en los Estados Unidos, porque el gobierno en cualquier momento adquiere nueva deuda vendiendo bonos tal cual lo hizo la administración pasada.

Profesor Investigador Titular C. Departamento de Producción Económica. UAM Xochimilco

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