¡Qué poca... consideración! tienen por los adultos mayores los políticos. Ahora resulta que, si llega a los 60 años y no ha comprado una casa, es usted un “güey”, y que si a los 70 años no se ha jubilado y ha sacado el dinero de su fondo de retiro, es usted un “guëy”, y además, un fifí.
Según la Organización de las Naciones Unidas, los adultos mayores son las mujeres y hombres que alcanzan la edad de 60 años, así es que si usted sobrevivió al doctor López-Gatell, y completó las seis décadas, ahora tendrá que padecer la actual pandemia política.
La candidata presidencial del PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez, una adulta mayor de 61 años, dijo: “sí a los 60 años no has podido hacer un patrimonio eres bien güey, con todo respeto. Tras una ola de críticas, la respetuosa candidata presidencial opositora trató de componer su dicho, y aseguró que se refería a su adversaria, Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena, también una adulta mayor de 61 años, quien en el primer debate presidencial dijo que ella vivía en un departamento rentado, mientras Gálvez lo hacía en una casa del “cártel inmobiliario”.
Y, si en la oposición el problema es con los adultos que este año apagaron 60 velas en su pastel, en Morena la cosa no está mejor. Ignacio Mier, un adulto mayor de 63 años, que es el diputado coordinador de la bancada morenista, presentó -por instrucción de otro adulto mayor, en este caso uno de 70 años de edad cuyas iniciales son AMLO- una iniciativa para que el dinero de aquellas personas mayores de 70 años que no lo hayan reclamado a la compañía privada que administra los fondos de retiro pueda ser tomado y transferido al Fondo de Pensiones del Bienestar, que será operado por el gobierno, y que se utilizará para financiar las pensiones de aquellas personas que sí se hayan jubilado.
De aprobarse esta iniciativa, el gobierno tendrá, en pleno proceso electoral, una bolsa de 40 mil millones de pesos para mejorar las pensiones de los trabajadores de 65 años que ya están jubilados, y que en agradecimiento podrían tener el fino detalle de votar de la candidata de Morena, quien promete construir el segundo piso de la Cuarta Transformación y crecer cada año el monto de las pensiones. Desde luego, no están obligados a votar por ella, pero por ahí dicen que amor con amor se paga.
Y si usted es un fifí, que pese a tener la edad de jubilación, 65 años, sigue trabajando con el pretexto de que la pensión es baja y de que quiere vivir bien, su aspiracionismo será castigado por el gobierno, y en justicia, esos fondos, que nadie niega que sean suyos, pero a los que usted les dice fuchi caca, serán destinados para que aquellos que reciben raquíticos pagos de jubilación. A ellos, les hará justicia la transformación, y ahora, podrán tener pensiones de unos 16 mil 500 pesos al mes. Tome nota, sigue creciendo la deuda de amor.
Pero, para regresar a la poca consideración que los políticos tienen por quienes forman parte de la tercera edad, hay que ver que en estos días de elecciones, los adultos mayores están en medio de una confusión causada por las candidatas presidenciales.
Si votan por Xóchitl, dice Claudia, les van a quitar los programas sociales, sus pensiones del bienestar, es decir, los seis mil pesos bimestrales que reciben todos los adultos mayores a partir de los 65 años de edad, programa que actualmente cuenta con 12 millones de beneficiarios. Voten por mí con confianza, dice Xóchitl, y explica a los adultos mayores que sus pensiones están garantizadas por la Constitución, lo mismo que el resto de los programas sociales, que actualmente llegan a 30 millones de mexicanos.
Y para sumar a la confusión, un día sí, y otro también, el presidente López Obrador asegura que los conservadores, es decir los xochilistas, quieren acabar con las pensiones y los programas sociales que él, y solo él, desinteresadamente y por puro amor sincero, creó para reconocer y recompensar a las personas que, pese al IMSS y al ISSSTE, llegaron a la tercera edad. ¿A quién le deben creer los miembros de la tercera edad? ¿A Claudia? ¿A Xóchitl? ¿AMLO? ¿A ninguno?
La única buena noticia que en esta ocasión le puede dar este Arlequín que nunca pierde el optimismo, es que, si usted aún no es un adulto mayor, no se tiene que preocupar mucho por trabajar duro y por ahorrar para su vejez, pues si la candidata de Morena llega a la presidencia, el gobierno le asegurará un buen nivel de vida. Salud, educación, vivienda, todo vendrá de los amplios bolsillos de la hacienda pública.
“Nosotros luchamos por el bienestar del pueblo de México, porque el pueblo viva bien. No es cierto, es falso de que si no se trabaja entonces no se puede tener un buen nivel de vida, eso es el discurso del pasado, aquí el gobierno, el Estado Mexicano, tiene que apoyar un sistema de bienestar…” ha dicho Sheinbaum, y, aunque en su discurso del presente obvió un insignificante detalle, decir de dónde saldrá el dinero que se necesita para que las personas tengan un buen nivel de vida sin la extenuante práctica del trabajo, eso ya se irá viendo conforme avance el próximo sexenio, por ahora, lo más importante es llegar a Palacio Nacional.
El año empezó muy bien para los adultos mayores, en enero les entregaron sus primeros seis mil pesos del año, y en marzo, les dieron el doble, 12 mil pesos de un jalón para que llegaran contentos al dos de junio, pero conforme avanza la campaña electoral se han convertido en un objeto de jaloneo entre candidatas. Si Xóchitl y Claudia siguen estirando la liga, la pueden reventar, y en una de esas ironías que tiene la vida, no vaya a ser que acaben por votar por Máynez, y le entreguen las decenas de millones de votos que hoy le hacen falta brincar del lejano tercer lugar en el que se encuentra y lo hagan ganar la elección con el voto de la tercera edad.
ME CANSO GANSO. – La prueba del agua
Este domingo, en lugar de llevar palomitas al debate, como lo hizo en el pasado ejercicio el candidato MC, Salomón Chertorivski, el aspirante del PAN-PRI—PRD, Santiago Taboada, podría llevar una botella de agua sacada de algún grifo de la alcaldía Benito Juárez y pedir durante la trasmisión que la beba la candidata de Morena, Clara Brugada. La morenista estaría imposibilitada de negarse a beber el agua, pues no hacerlo sería asumir que el jefe de gobierno, Martí Batres, quien también es jefe político de Brugada, miente cuando dice que el problema de la contaminación del agua en la alcaldía de Benito Juárez está solucionado. Anímese Clara, el que nada teme, bebe.