Ayer tuve la oportunidad de apoyar al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en el lanzamiento del Comité Especial para la Inversión y Relocalización de Empresas. Es un esfuerzo importante encabezado por el empresario Max El Mann para responder a los aranceles de Estados Unidos.

México debería lograr detener y hasta evitar estos aranceles que propone Donald Trump. No con tarifas retaliatorias sino con argumentos de sentido común. Tomo datos que me parecen fundamentales de Pedro Casas Alatriste, director de la American Chamber of Commerce.

Medir la relación comercial como suma-cero en donde un país tiene déficit (el perdedor) y el otro un superávit (el ganador) es no ver la película completa. En 2023, de los 560 mil millones de dólares en exportaciones de México a Estados Unidos, 220 mil millones provinieron de la manufactura, maquila y servicios de exportación. El 80 por ciento de esa cantidad (176 mil millones de dólares) se originó en empresas estadounidenses que operan en México. A pesar de que Trump habla de un déficit comercial de 152 mil millones de dólares de Estados Unidos con México, la realidad es que gran parte de este comercio es intraempresarial, un modelo de coproducción, no un verdadero déficit.

Y es que la coproducción es el motor manufacturero entre Estados Unidos y México. Por cada dólar que Estados Unidos importa de México, 12.9 centavos son valor agregado estadounidense, frente a 4.8 centavos para el resto del mundo y solo 1.4 centavos para China. Además nuestro país es el principal comprador de exportaciones de pequeñas empresas estadounidenses. México compró más de 110 mil millones de dólares en bienes de pequeñas empresas estadounidenses en 2022, más que China, Japón, Corea, Suiza, India, Holanda y Alemania juntos.

Por ello, lejos de querer poner tarifas al comercio, sería mejor facilitar los intercambios comerciales entre empresas de EU que mandan productos a México y viceversa.

Si vemos las exportaciones de EU al resto del mundo, México y Canadá le agregan un 24 por ciento de valor mientras que China nunca ha llegado a agregarle más del 2 por ciento del valor.

Todos estos datos apelan al sentido común de por qué la integración de ambos países debería no solo continuar sino fortalecerse. Pero sabemos que Trump no está interesado en ver estos datos. Y por ello la importancia del lanzamiento del Comité Especial para la Inversión y Relocalización de Empresas.

El comité busca hacer algo como lo que en su momento hizo ProMéxico: promover inversiones en el país mediante el acompañamiento de empresas interesadas en traer su dinero al país. El trabajo será en equipo entre el CCE, el Consejo Asesor para el Desarrollo Económico Regional y Relocalización, el CADERR, que encabeza Altagracia Gómez; la Secretaría de Economía y la Cancillería. Pretende sumarse a los objetivos del Plan México.

En su mensaje de ayer Altagracia Gómez aplaudió esta iniciativa y dijo que el CADERR no se había equivocado al haber sumado al CCE al Plan México. Habló de esquemas de inversión mixta y de la importancia de que la IP y el gobierno trabajen juntos.

Es buena noticia que a la incertidumbre que genera Donald Trump se le dé respuesta. Este lanzamiento ocurre un día después de que la OCDE advirtiera que el PIB de México podría contraerse un 1.3% en 2025 y un 0.6% en 2026.

Los empresarios en México muchas veces pecan de voluntarismo. Creen que porque quieren algo, van a lograr crecimiento e inversiones. Veremos si en esta ocasión las múltiples mancuernas reunidas en la presentación de este Comité logran un mejor panorama para la economía del país en un entorno muy, muy complicado.

@AnaPOrdorica

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