No sé a ustedes (¿o a usted?), pero a mí, los juegos del Play-In me parecieron una maravilla.
Ojo, no he modificado mi postura con respecto a la reclasificación.
También me gustaban los juegos del repechaje anterior, pero sigo considerando que la Liguilla la deberían disputar los primeros ocho clasificados, y punto. Pero, no por eso, desconozco el atractivo que las eliminatorias a un solo partido provocan.
De antemano, sé que es imposible, pero igual lo voy a decir: ¿No sería fantástico que la Liguilla se disputara a un solo partido, en la cancha del mejor colocado en la tabla, con los penaltis como única manera de romper un empate? De ese modo, no habría posibilidad alguna de especular y la ventaja deportiva para los de arriba sería jugar en su campo.
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Noventa minutos sin miramientos. Quizá, eso también ayudaría a mejorar la fase regular, y es que la posición en la tabla sería aún más importante.
Por otro lado, al eliminar la repesca (ahora con nombre rimbombante), se evitaría que los mejores sembrados paren tanto tiempo antes de jugar los cuartos de final. Pero bueno, ni una ni otra cosa sucederán.
Ahora, de vuelta a la realidad: Este miércoles inicia la fase definitoria de la Liga. Y lucharán por el campeonato los ocho mejores del certamen, por lo cual la justicia deportiva prevaleció, con todo y que se jugó el repechaje. Viene la parte más emocionante del torneo y, salvo el duelo entre Tigres y Puebla, considero que veremos series muy parejas.
El América es el amplio favorito, pero ya es hora de que lo hecho en el torneo se refleje en la Liguilla. Las Águilas son los reyes de la fase que no importa para nada y, desde hace cuatro años, desfallecen a la hora buena.
León puede complicarle la existencia a los de André Jardine, pero considero que los de Coapa avanzarán.
El Monterrey se medirá ante el durísimo Atlético de San Luis. El cuadro potosino es un equipo muy equilibrado, que no es sencillo para nadie.
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La realidad es que la diferencia entre ambos planteles es abismal, pero los potosinos son cosa seria e imagino que a Ortiz y compañía no les hizo mucha gracia tener que jugar contra un cuadro tan compacto como ese.
Al siempre gallardo Puebla le tocó bailar con la más fea. Seguramente, los Camoteros venderán cara la derrota, pero no veo cómo puedan detener al campeón.
Finalmente, la eliminatoria más pareja (no sólo por la posición en la tabla): Pumas vs Chivas.
Será un duelo muy cerrado, sin duda, pero los universitarios son un conjunto más equilibrado. Cerrar en el Olímpico puede ser la clave.
Todo lo dicho es especulación, la única realidad es que la Liguilla es —lejos— lo mejor de nuestro campeonato.
La pregunta es: ¿Por qué siempre nos chiquitean el buen juego en la fase regular?
Adendum. Knut, como el Cruz Azul, anda de vacaciones.
