Chivas es un desastre, pero no porque haya perdido (3-1) el fin de semana pasado en Monterrey. Tampoco porque los haya goleado el América en la Concacaf.

Ni siquiera por los interminables escándalos que protagonizan sus futbolistas. Y ni el constante cambio de dirigentes y entrenadores es motivo suficiente para tal aseveración. ¿Ocupar el lugar 12 de la tabla? No. Esa tampoco es la razón.

Negar la historia y la grandeza del Guadalajara sería una necedad. Pero parece que aquellos que deberían ser los más interesados en mantener dichos valores intactos son los menos abocados a hacerlo.

Desde adentro, desde el dueño hasta los futbolistas, todo se pierde en palabrerías sin fondo. Discursos que hacen referencia a la gloria de antaño, pero que jamás se enfocan en cómo retomarla en el presente, son la constante.

¿Un ejemplo? No olvidemos las palabras de Javier Hernández tras la eliminación ante el América en la Champions Cup del año pasado, cuando el delantero se ufanó de que habían vencido al equipo que todos señalaban como invencible.

Sí, un “referente” del Guadalajara sacó el pecho tras vencer al América en la vuelta de una eliminatoria que estaba definida desde su primer capítulo. Momento que pinta de cuerpo entero cómo piensan ahí dentro.

Los fanáticos del club también han caído en esta medianía sistematizada que envuelve al Rebaño. Desde que se reinstauró la fase previa a la Liguilla (repechaje o Play-In), los seguidores de este equipo festejan como si fuera un logro participar en esa etapa. En la acera de enfrente, es un escándalo que las Águilas hayan jugado dicha instancia.

Los chivahermanos lo cuentan como torneo en que se clasificó a fase final, sin importar si avanzaron a cuartos o no.

Hoy, Chivas marcha en el decimosegundo puesto de la clasificación. Los rojiblancos están a un punto de la zona de Play-In.

Ahora, si el torneo se jugara bajo el formato previo a la pandemia; es decir, con la clasificación de los ocho primeros de la tabla, ahí cambia la cosa.

El chiverío está a seis unidades del octavo, con nueve en disputa.

Pero a nadie parece importarle que un equipo con el presupuesto del Guadalajara esté al mismo nivel que uno como el Mazatlán, cuya nómina es mucho menor que la de ellos.

La histórica cantaleta de que a ellos les venden más caro no debería ser pretexto.

Ellos mismos se hicieron pequeño el mercado y la ley de oferta y demanda es muy necia. La gran pregunta es: ¿Por qué las fuerzas básicas de Chivas no funcionan?

Talento en México hay, basta ver cómo trabajan en Pachuca.

Chivas ganó cuatro Ligas en los últimos 55 años y todo se mantiene sereno. Quizá, ya se acostumbraron a vivir del pasado, mientras navegan en su mediocridad. Una pena.

futbol@eluniversal.com.mx

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