Crisis: Situación mala o difícil. Esa es una de las siete definiciones que la Real Academia Española le da a la palabra. Por ende, el América está en crisis.
Las Águilas no han ganado ni uno de sus últimos cuatro partidos (dos derrotas y dos empates); además, en ese mismo número de encuentros, sólo anotaron un gol y recibieron tres.
Esta situación es poco común y difícil para el tricampeón. Pero ojo, hay de crisis a crisis.
¿El América dejó de ser candidato al título? Por supuesto que no. En su peor momento del semestre, el cuadro de André Jardine ocupa el segundo puesto de la tabla, es la mejor defensa y la tercera mejor ofensiva del certamen.
Dicho eso, la realidad es muy necia (como ya hemos mencionado aquí) y no hay manera de negar que el América ha perdido la eficacia. Habrá quien diga que, desde el juego, los de Coapa han merecido más en esta “mala racha”, pero en la vida real los merecimientos no otorgan trofeos.
Evidentemente, haber jugado esos cuatro partidos sin un centro delantero tiene que ver con la falta de gol.
La baja de Henry Martín y que Rodrigo Aguirre esté disminuido físicamente, son factores clave. Pero, lo preocupante, es la falta de puntería de los futbolistas ofensivos americanistas.
Opciones han tenido, no a racimos, pero han tenido, y algunas se fallaron de manera inverosímil. Habrá quien diga que lo alarmante sería que no se generaran jugadas de gol. Considero igual de inquietante que se falle tanto.
Quizá, finalmente llegó lo tan temido por muchos: La parte baja en la curva de rendimiento. Pero a eso no hay que tenerle miedo.
Le pasa hasta al más pintado y lo importante es encontrar la manera de salir rápido de ese marasmo.
Sobre todo en torneos tan cortos como el nuestro, es fundamental acortar lo más posible esos baches, que suelen ser producto del cansancio. En la Premier League, Josep Guardiola asegura que la clave para ser campeón es sobrevivir a diciembre.
O tal vez, sólo tal vez, todo esté fríamente calculado por André Jardine. El brasileño entiende a la perfección el sistema de competencia. El semestre anterior, dejó claro que sabe que la fase regular sirve únicamente para entrar a la Liguilla.
Podría ser una decisión del brasileño levantar el pie del acelerador en el cierre del torneo, para recuperar fondo físico y encarar la Liguilla a todo vapor.
Con Jardine, todo puede pasar y nada está supeditado al azar.
Adendum. “Agarras tu paternidad y te la...”. Por decencia, no pongo completo el mensaje que Knut me mandó tras la tercia de duelos entre el América y el Cruz Azul.
Le respondí lo siguiente: 2013, 2018 y 2024. Enmudeció el palenque.
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